VALENCIA, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El alcohol y el tabaco son factores de riesgo que, unidos a otras causas, pueden facilitar o acelerar los procesos de caries e infecciones bucales al alterar la microflora oral.
Así lo demuestra el estudio realizado en la Clínica Odontológica Universitaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, entre más de un centenar de pacientes, por los investigadores del Grupo en Microbiología Oral de esta misma Universidad, según ha informado esta institución académica en un comunicado.
De este modo, el estudio alcohol y tabaco causan desequilibrios en los microorganismos orales denominados oportunistas, aquellos que no son patógenos pero que producen infección cuando las defensas de la cavidad oral están disminuidas. Unos desequilibrios que no se han observado, sin embargo, en el caso de los microorganismos no patógenos estudiados.
Por ello, los autores de la investigación subrayan que el consumo de alcohol y tabaco debería sea tenido en cuenta en la prevención de infecciones orales y caries de forma personalizada, en función del estado inmune de la cavidad oral de cada paciente.
La investigación se ha realizado con 105 pacientes de la Clínica Odontológica Universitaria de la CEU-UCH, entre los que había consumidores de alcohol, de tabaco, de ambas sustancias y de ninguna de ellas en una proporción estadísticamente representativa. En estos cuatro perfiles de pacientes, y teniendo en cuenta sus niveles de consumo de alcohol y tabaco, se ha medido y comparado la presencia de cinco microorganismos en la cavidad oral: las bacterias Streptococcus mutans y lactobacillus y los hongos Candida albicans, Candida krusei y Candida tropicalis.
PREVENCIÓN PERSONALIZADA
Los desequilibrios estadísticamente significativos en la cavidad oral entre los consumidores de alcohol y tabaco se han observado en los niveles de la bacteria Streptococcus mutans, relacionada con el inicio y desarrollo de la caries, y en los del hongo Candida albicans, causante de infecciones en la cavidad bucal.
Ambos son los dos microorganismos patógenos oportunistas seleccionados para el estudio. En el caso de las otras tres especies de la microflora oral estudiadas, que no son patógenas oportunistas -Candida krusei, Candida tropicalis y lactobacillus- no se han registrado cambios entre los consumidores de alcohol y tabaco con respecto a los sujetos que no consumen estas sustancias.
Para el equipo investigador de la CEU-UCH, estos resultados ponen de manifiesto que los programas de prevención de enfermedades orales deben ser personalizados, teniendo en consideración los hábitos sociales y nutricionales de los pacientes, incluido el consumo prolongado de alcohol y tabaco, así como la composición de su microflora oral. "Cada paciente debería ser aconsejado, en función de su estado inmune, del riesgo potencial que supone el consumo de alcohol y tabaco de modo continuado para su salud bucal", señalan.