MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
Pequeñas modificaciones en los horarios de las comidas podrían tener importantes implicaciones en la prevención y manejo de la diabetes, según una investigación realizada por el grupo de la nutricionista Marta Garaulet y que ha sido comentada en el XXVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes (SED).
Y es que, el reloj biológico central que pone en hora el cuerpo de las personas hace que la función de los órganos cambie a lo largo del día. Así, en relación a la diabetes, se ha evidenciado que la secreción de insulina por parte del páncreas no es la misma por la mañana y por la noche, y que la sensibilidad de nuestras células y tejidos a la acción de la insulina varía a lo largo del día.
En este sentido, los investigadores han demostrado que existe un reloj biológico en el tejido adiposo, en la grasa corporal, que es capaz de funcionar de manera independiente de el reloj central situado en el hipotálamo.
Asimismo, en relación con la diabetes, recientemente han publicado un trabajo que muestra como la sensibilidad a la insulina por parte de las células del tejido adiposo cambia a lo largo del día, siendo mucho mayor a las 12 del mediodía que a las 12 de la noche.
“Esto conlleva que la intolerancia que presentamos a los carbohidratos y a los azúcares va a variar en función de la hora, siendo mucho mayor por la mañana. Por lo tanto, la hora de la comida va a ser un factor clave en la prevención de la diabetes”, ha avisado la catedrática de Fisiología y Bases Fisiológicas de la Nutrición en la Universidad de Murcia.
En esta misma línea de investigación, los expertos han confirmado que se si cena cerca de la hora de ir a la cama, se potencia la presencia de dos hormonas que no funcionan bien juntas: la melatonina y la insulina. Desde el punto de vista de la diabetes, esto es especialmente importante, ya que en presencia de melatonina disminuye la tolerancia a la glucosa, y esto sucede principalmente en aquellos sujetos (que constituyen un 51% de la población española) portadores de una variante génica en el receptor de melatonina.
Junto a ello, hay otros factores que relacionan la cronobiología y la diabetes, como la presencia de ciertas variantes génicas en un gen reloj (el criptocromo), que marca también nuestras horas. "Según destaca, un 31 por ciento de la población presenta una variante del gen criptocromo que es menos eficaz, y son ellos precisamente los que deben cuidar más la cantidad de carbohidratos que toman si quieren prevenir la resistencia a la insulina y la presumible aparición posterior de la diabetes”, ha enfatizado.
IMPLICACIONES CLÍNICAS
A partir de estos conocimientos es posible incluso fijar medidas preventivas y terapéuticas en diabetes que sean más eficaces, gracias a mejor regulación del ritmo circadiano.
En este sentido, Garaulet ha asegurado que mediante el orden y la organización de horarios de sueño, actividad física, horarios de comida y de luz se podrán mejorar los ritmos circadianos y hacer al individuo más saludable.
"Como otro consejo práctico para ayudar a prevenir o controlar la diabetes, se recomienda tomar los carbohidratos por la mañana, y alejarlos de la hora del sueño, sobre todo en personas con riesgo genético", ha enfatizado la nutricionista.
Finalmente, el equipo de Marta Garaulet ha desarrollado un 'score' de cronodisrupción, midiendo cortisol en saliva, un cuestionario sobre el cronotipo de la persona y sobre sus horas de sueño, y la utilización de un reloj que mide los ritmos circadianos mediante los cambios de temperatura en el individuo cada 30 segundos.
“Con este score se puede diagnosticar quien tiene riesgo de cronodisrupción y, por tanto, de resistencia a la insulina. Al no ser invasivo, puede ser una buena herramienta terapéutica”, ha zanjado la doctora Garaulet.