Supone la tercera causa de muerte cardiovascular en España, por detrás del infarto de miocardio y el ictus
MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
Un 48 por ciento de los pacientes con enfermedad tromboembólica venosa (ETV) presentan una embolia de pulmón, con o sin trombosis en las venas de las piernas, según ha señalado la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) en el marco del XIV Fórum de la ETV, que han organizado en Barcelona este jueves y viernes con la presencia de cerca de 300 especialistas.
De acuerdo con la SEMI, la ETV es una de las enfermedades más prevalentes en España, ocupando el tercer puesto como causa de mortalidad cardiovascular, tras el infarto de miocardio y el ictus. Los pacientes que la padecen en España tienen una media de 66 años de edad, ya que esta patología está estrechamente ligada con la edad.
Algunos de los síntomas previos que sufren los pacientes con enfermedad tromboembólica venosa son dolores en el pecho, sensación de ahogo, palpitaciones o presencia de esputos con sangre, especialmente en aquellos que tienen un antecedente de inmovilización, son portadores
de un cáncer o han sido sometidos a una cirugía.
"La embolia pulmonar implica la presencia de trombos en las arterias pulmonares, pudiendo causar la muerte o dejando secuelas como la hipertensión pulmonar crónica en los pacientes", ha afirmado la doctora Ángeles Blanco, coordinadora del Grupo de ETV de la SEMI, detallando que, en ocasiones, los síntomas son "poco específicos y se solapan con otros procesos".
Por ello, ha reivindicado que es "muy importante" pensar en que se objetiven factores de riesgo para desarrollarla, valorar la indicación de realizar tromboprofilaxis y estar atentos a la presentación de datos que sugieran su presencia como hinchazón de una pierna, dolor en el pecho, sensación de ahogo inexplicada o palpitaciones.
FACTORES DE RIESGO
La cirugía (29 por ciento), la inmovilización (25) y el cáncer (11) son algunos de los principales factores de riesgo que presenta la enfermedad tromboembólica venosa en la población española, además de otros como haber tenido previamente ETV o el uso de un tratamiento de estrógenos, según ha detallado la SEMI.
"La enfermedad tromboembólica venosa cuenta con métodos muy eficaces para su prevención como, por ejemplo, el uso de heparina de bajo peso molecular. Ello se aplica de forma muy estandarizada en pacientes tras una cirugía. Sin embargo, es bastante deficiente en pacientes que sufren inmovilidad, especialmente en aquellos que se encuentran en su casa; por lo que todavía queda mucho por avanzar en ese aspecto", ha explicado la doctora.
El cáncer supone uno de los factores de riesgo para el tromboembolismo venoso, pero además los pacientes que padecen una ETV relacionada con un tumor tienen más probabilidad de sufrir los efectos adversos del tratamiento anticoagulante como hemorragias e, incluso, la embolia pulmonar, se presenta en mayor proporción en pacientes con cáncer que en los que no lo tienen.
"Los mecanismos por los que se desarrolla ETV en pacientes con cáncer dependen mucho del tipo de tumor: unos se relacionan con la activación de las plaquetas, otros con la fabricación de sustancias procoagulantes por las células cancerosas y en otros casos es debido al efecto de la quimioterapia o de la radioterapia que se recibe", ha asegurado la especialista.
Además del cáncer, otras enfermedades muy prevalentes en pacientes ancianos, como la insuficiencia cardiaca, la bronconeumopatía crónica y el ictus, favorecen el desarrollo de ETV. "También otros procesos como las enfermedades autoinmunes, sobre todo el lupus eritematoso sistémico (LES), se asocian al desarrollo de trombosis venosa. Y no se deben olvidar que situaciones no consideradas como patológicas, como el embarazo y el puerperio, también favorecen la formación de trombosis", ha comentado la doctora Ángeles Blanco.