MADRID, 25 Jul. (EDICIONES) -
El verano no tiene por qué ser un problema para las personas con diabetes. Aunque podría parecer la época más propicia para olvidarse de los buenos hábitos, lo cierto es que es un momento más que apropiado para aprender a establecer hábitos saludables, ya que las comidas son más ligeras y sanas con frutas, verduras, ensaladas, gazpachos, y suele aprovecharse el tiempo para caminar y visitar las playas y hacer ejercicio.
El especialista en Endocrinología y Nutrición de Quirónsalud Sagrado Corazón, el doctor Alberto Aliaga, asegura que el verano es el momento ideal para cuidar la diabetes. "El verano es un periodo fantástico para el descanso, la diversión y compartir gratos momentos con familiares y amigos, pero ello no debe estar reñido con mantener unos hábitos de vida saludable", afirma.
Normalmente, asegura, "disponemos de mayor libertad de horarios para practicar ejercicio, organizar nuestros menús e incorporar una amplia variedad de frutas y verduras de temporada que nos ayudan a mejorar nuestra salud".
Hay que recordar que cuando el paciente con diabetes abandona la medicación y los hábitos de vida recomendados para sobrevellevar la enfermedad durante algún tiempo, lo que se conoce como 'vacaciones terapéuticas', los síntomas cardinales de la patología generalmente reaparecen.
CONSEJOS PARA CONTROLAR LA DIABETES
Infosalus.com recoge 5 consejos prácticos que pueden ayudarte a pasar unas agradables vacaciones sin que les pase factura la enfermedad:
- Debido a las altas temperaturas, debemos prestar especial atención a la hidratación. Recomendamos el consumo de agua, infusiones y bebidas edulcoradas (light, zero, etc) que no aportan azúcares ni calorías. Hay que tener cuidado con las bebidas ricas en azúcares y/o alcohol (zumos, refrescos azucarados, batidos, horchatas, granizados, cervezas, etc).
"Si no lo tenemos, el peso y la diabetes se resentirán. Con la edad perdemos parcialmente la sensación de sed, por lo que hay que recordar a nuestros mayores que deben beber con frecuencia para evitar deshidratarse", afirma el experto.
- La pérdida de rutina lleva a horarios irregulares, picoteos y comidas frecuentes fuera de casa, donde el consumo de alimentos ricos en calorías (helados, alcohol, 'snacks' fritos, etc) enturbia el esfuerzo de todo el año. "Es aconsejable, pues, su consumo de forma ocasional", recuerda.
- A la hora de practicar ejercicio hay que evitar las franjas horarias con temperaturas más altas para librarnos del temido golpe de calor y, por supuesto, proteger adecuadamente nuestra piel con cremas fotoprotectoras, así como nuestra visión con gafas de sol homologadas si fuese necesario.
"Recomendamos cualquier actividad que nos divierta y nos estimule a practicarla con asiduidad", afirma el doctor.
- En pacientes en tratamiento con insulina es recomendable no exponerla al sol y las altas temperaturas, para lo cual existen pequeñas neveras portátiles.
"Un consejo práctico para aquellos que viajan en avión al extranjero: resulta muy útil llevar consigo un informe de su médico para no tener problemas en los controles de seguridad", añaden.
- Los pies son especialmente sensibles en verano, ya que sudan más y se encuentran más expuestos a cualquier herida. Especialmente en pacientes con neuropatía sensitiva, por eso es aconsejable mantenerlos secos, inspeccionados a diario y no caminar descalzos, utilizando calzado y calcetines adecuados.
CONSEJOS PARA VIAJAR AL EXTRANJERO
Por otra parte, la Federación Española de Diabetes (FEDE) ha recordado que a la hora de viajar al extranjero con insulina, se deben tener en cuenta que lo mejor es llevarse todo el material que se necesite desde el lugar de origen, duplicando o triplicando la cantidad, y repartiendo la insulina y los dispositivos médicos necesarios entre las diferentes maletas que se lleven de viaje, por si alguna de ellas se extravía.
Respecto a la conservación de la insulina, es importante evitar su exposición a la luz y a temperaturas extremas, inferiores a cero grados o superiores a 30 grados. En algunos casos, puede requerirse la utilización de una nevera o bolsa isotérmica, si bien antes de su uso es importante observarla detenidamente, por si hubiera sufrido algún tipo de cambio.
En el caso de viajar en avión con insulina hay que tener presente que los medicamentos, incluidos los que son líquidos, como la insulina, están exentos de las normas para estos y estará permitido llevarlos en el equipaje de mano para su uso durante el viaje.