MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
La alta concentración de polución, de humo de coches y autobuses, compuestos químicos de fábricas e industrias, contaminación producida por calefacciones, polvo y polen contribuyen al incremento de enfermedades visuales como las inflamatorias oculares, ha afirmado el director médico de Clínica Baviera, el doctor Fernando Llovet.
Los elevados niveles de polución que se forman en zonas urbanas, densamente pobladas y con altos niveles de contaminación atmosférica pueden provocar irritación en los ojos, ardor, enrojecimiento y lagrimeo, además de sensación de quemazón y escozor, ha explicado el especialista.
La contaminación del aire también produce conjuntivitis, es decir, la inflamación del tejido que cubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados, lo que provoca lagrimeo y enrojecimiento del globo ocular.
Además, la polución puede aumentar la aparición del síndrome del ojo seco, por lo que no se produce la cantidad necesaria de lágrimas para mantenerlos lubricados, causando así irritación y picazón.
El grado en que la salud de una persona se puede ver dañada por los agentes contaminantes que transporta el aire depende de su exposición total a las particulas y sustancias químicas, de la concentración, del tipo de contaminantes y del tiempo de exposición, han recordado desde el centro médico.
CONSEJOS
Los especialistas de la Clínica Baviera recomiendan utilizar gafas de sol grandes y envolventes con filtro UV mientras se está al aire libre; emplear gotas lubricantes oftalmológicas que hayan sido prescritas por un especialista.
También aconsejan beber mucho líquido y mantenerse hidratado con el fin de que el cuerpo pueda producir la cantidad de lágrima suficiente para mantener el ojo húmedo; instalar filtros de aire de alta calidad que eviten el paso de elementos contaminantes externos y evitar la exposición de los ojos al humo de cigarros o de ambientes muy cargados.
RESPIRACIÓN Y OJOS AFECTADOS
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 92 por ciento de la población mundial vive en lugares donde los niveles de calidad del aire exceden los límites fijados en las directrices de este organismo que establece una media anual de partículas con un diámetro inferior a 2,5 micrometros (PM2,5) de 10 g/m3.
Aunque las enfermedades respiratorias son las dolencias más habituales asociadas a los altos niveles de sustancias contaminantes en el ambiente, también puede afectar a otros órganos entre los que se encuentran los ojos.
