MADRID 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El control del peso corporal es una pieza "clave" para la prevención y tratamiento de la diabetes tipo 2. Y es que, tal y como ha recordado la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), más de la mitad de los pacientes con diabetes tiene obesidad.
En este sentido, y con motivo de la celebración de los 'Encuentros de Otoño en DM2', los expertos han destacado la importancia de detectar y vigilar el perímetro de la cintura. "Ya está demostrado que si se logra una reducción de peso corporal, acompañada de otras medidas higiénico dietéticas, estilos de vida saludable, conseguimos una reducción en el desarrollo de la diabetes (igual o superior a la obtenida con tratamiento farmacológico)", ha añadido el coordinador científico de la jornada, Carlos Miranda.
En los pacientes diabéticos, señalan los expertos, estas intervenciones no farmacológicas tienen especialmente eficiencia si se dan con un enfoque individualizado y multidisciplinar, partiendo de la base de estilos de vida saludable, con ejercicio adecuado a cada persona y una dieta equilibrada que contemple la disminución del aporte energético para reducir peso, pero con objetivos asumibles para evitar la desmotivación y asegurar la adherencia terapéutica.
Y ello, tal como explica este experto, porque bajar de peso les supone múltiples beneficios. "Por un lado la pérdida de peso disminuye considerablemente la resistencia a la insulina y facilita por tanto el control glucémico, pero además, y más allá de que también mejora los factores de riesgo cardiovascular, es reseñable que la pérdida de peso consigue que podamos retrasar la introducción de tratamiento farmacológico hipoglucemiante", ha aseverado.
El responsable del Grupo de Diabetes de la SEMG ha añadido también que si se suma la modificación de los estilos de vida se incrementa las posibilidades de remisión y mejoran en mucho otros parámetros (como las apneas, los síntomas depresivos o incluso la disfunción eréctil o la incontinencia, en gran medida asociados todos ellos a la obesidad), además de reducir la morbilidad.
EL CONTROL DE PESO CLAVE TAMBIÉN EN EL TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
Por otra parte, la metformina sigue siendo la primera línea de elección en cuanto al tratamiento farmacológico, pero, tal como ha apuntado el especialista, las recomendaciones de los últimos tiempos ya tienen presente que el segundo fármaco asociado sea neutro en cuanto a la ganancia de peso o incluso consiga reducir el peso corporal.
En este sentido, Miranda ha recordado que tradicionalmente el tratamiento antidiabético comportaba un aumento de peso asociado que no sólo dificulta el control glucémico y empeora el perfil de riesgo cardiovascular (con la pérdida de beneficio que ello supone), sino que además influye significativamente en la adherencia terapéutica.
"El aumento de peso es a menudo el motivo del abandono del tratamiento. Por lo que luchar contra él es al mismo tiempo un punto en contra para la diabetes y un gran paso hacia la victoria para los pacientes, que es en definitiva lo que buscan las jornadas científicas que impulsa la SEMG, a través de su Grupo de Diabetes", ha zanjado.