¿Desequilibrio mental por estrés?

¿Desequilibrio mental por estrés?
GETTY//CHRISTOPHER ROBBINS
Actualizado: miércoles, 18 noviembre 2015 18:06

   MADRID, 18 Nov. (INFOSALUS) -

   El estrés es una respuesta fisiológica a una situación amenazante, psicológica o física. Es una respuesta aguda que es buena para que el organismo se prepare. En los trastornos psiquiátricos, la carga genética que predispone a una mayor vulnerabilidad el estrés crónico puede hacer que aparezcan o empeorar las psicosis, depresiones y trastornos de ansiedad.

   EQUILIBRIO EMOCIONAL Y TRASTORNOS MENTALES

Según explica a Infosalus Javier Labad, jefe de la Unidad de Hospitalización de Psiquiatría de Adultos de la Corporación Sanitaria Parc Taulí en Sabadell, en trastornos mentales como la esquizofrenia o el trastorno bipolar en los que pueden existir delirios y alucinaciones, el inicio de la enfermedad se produce en muchos casos en situaciones estresantes y es importante su incidencia en la evolución de la enfermedad.

   Los investigadores han analizado el estrés en personas vulnerables y el pronóstico de su enfermedad y se han observado mayores niveles de cortisol en sangre y más problemas de memoria, así como un funcionamiento cognitivo deteriorado en estas personas. También se ha examinado el papel del peso y la dieta cuando existe más estrés y se ha observado un mayor consumo de dulces o carbohidratos. Lo que sí que parece claro es que el estrés repercute en el desarrollo y evolución de la enfermedad y en la respuesta al tratamiento.

   Los mecanismos fisiológicos implicados en el estrés se presentan por dos vías, por un lado una respuesta aguda adrenérgica de las glándulas suprarrenales que liberan adrenalina y aceleran mecanismos fisiológicos como la respiración, la frecuencia cardíaca y respiratoria y la tensión arterial. "Esta sería la respuesta aguda en la que se segregan adrenalina y cortisol, pero a medio-largo plazo es el cortisol el que juega un papel más importante", señala Labad.

   Por otro lado esta el estrés crónico que altera los niveles de cortisol, la hormona más importante en el estrés, y que podría ocasionar una alteración del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal que coordina una cadena de mecanismos hormonales que termina en la liberación de cortisol a la sangre, una hormona que podría jugar un papel en el desarrollo de diferentes enfermedades mentales. Así, una desregulación crónica del cortisol podría desencadenar la enfermedad mental en individuos predispuestos.

CORTISOL: ¿UNA LLAVE FRENTE AL ESTRÉS?

   "El cortisol tiene efectos a nivel metabólico participando en la regulación de la glucosa, la energía y supresión del sistema inmunológico. No sólo actúa en el cerebro, y de hecho está implicado en procesos que tienen lugar en diferentes tejidos y órganos del organismo como son el hueso, el músculo, el riñón, el corazón o el hígado", explica el investigador.

   En el cerebro existen receptores glucocorticoides y mineralocorticoides, receptores a los que se une el cortisol dando lugar a efectos cerebrales. La elevación persistente de los niveles de cortisol tiene efectos perjudiciales sobre la memoria y en determinadas regiones cerebrales puede tener efectos neurotóxicos y favorecer la degeneración neuronal.

   En la enfermedad de Cushing, por ejemplo, existe un exceso de cortisol endógeno secundario a un tumor de la hipófisis. Estos pacientes presentan síntomas que incluyen obesidad, hipertensión y diabetes, además de déficits de memoria y cambios cerebrales (reducción en el hipocampo, una región cerebral importante para la memoria). Cuando se intervienen quirúrgicamente y se consigue la curación del Cushing y normalización de los niveles de cortisol, los déficits cognitivos y la reducción del volumen del hipocampo se recuperan.

   "El estrés crónico es perjudicial para la mayoría de personas porque se ha demostrado que está implicado en el desarrollo de trastornos como la obesidad, problemas de memoria y estados de ánimo depresivos. El cortisol disminuye los niveles de factores neurotróficos, como el BDNF, que participan en el crecimiento de neuronas y el desarrollo cerebral", aclara Labad.

   Además, se ha observado que el estrés en la etapa prenatal en ratas de laboratorio da lugar a mayores niveles de cortisol en sangre tras el nacimiento. En humanos esto se podría traducir en que si durante la infancia los niveles de cortisol se mantienen altos de forma crónica, en situaciones como el maltrato infantil o incluso en la etapa prenatal, existiría un mayor riesgo de enfermedad mental en el adulto. El estrés precoz, por tanto, jugaría un papel en un riesgo incrementado de trastornos psiquiátricos en la etapa adulta, así como de presentar niveles elevados de cortisol

.Cuando el estrés provoca desequilibrio emocional

ESTRÉS Y BROTES PSICÓTICOS

   La prevalencia de cuadros psicóticos es de un 3% entre la población. La esquizofrenia es de un 1% y el trastorno bipolar está entre el 1%-2%. Se sabe que a veces influyen en su desarrollo factores como la migración, los ambientes más poblados (urbanos) donde hay más estrés social por un entorno más competitivo, el consumo de drogas o el maltrato infantil.

   En la mayoría de personas con estrés se produce más depresión o ansiedad reactivas a la situación estresante (trastornos adaptativos) que psicosis, más asociada a la vulnerabilidad genética. Además, el uso de drogas también es clave ya que se ha constatado que dos terceras partes de quienes sufren un brote psicótico por primera vez son fumadores de cannabis.

   "El tratamiento antipsicótico, que se ha mostrado útil en tratar los síntomas psicóticos, consigue una reducción de los niveles de cortisol junto con la mejoría clínica. En muchos casos se combinan tratamientos farmacológicos con terapias psicológicas y elementos psicoeducativos dirigidos a mejorar el manejo del estrés", señala el investigador.

   "Vivimos en un mundo estresante y tenemos que asumirlo, existe una respuesta variable en la población según las personas sean más o menos resilientes. Existen factores genéticos, de personalidad y sociales que pueden hacer que a una persona le sea más difícil tener que lidiar con el estrés. Es conocido que en personas jóvenes con riesgo de desarrollar una psicosis, también conocidos como estados mentales de alto riesgo, los acontecimientos ambientales estresantes se asocian con el desarrollo de la psicosis. De hecho, estas personas tienen un 30% de posibilidades de desarrollar un episodio psicótico en los dos siguientes años", señala Labad.

   Los episodios o brotes psicóticos pueden recurrir y aunque en cada persona la evolución es muy variable, los síntomas psicóticos productivos (delirios y alucinaciones) suelen remitir y con el tratamiento se puede llevar una vida normalizada en muchos casos, aunque requiere analizar los factores que promueven las recaídas. Para reducir el estrés lo importante es hacer vida normal, seguir horarios adecuados, llevar una higiene del sueño, una buena dieta y vida saludable, no consumir drogas y tomar bien la medicación, por lo que es muy importante tener conciencia de la enfermedad.

   "El seguimiento de personas en riesgo de desarrollar una psicosis que presenten alteraciones bioquímicas y hormonales como los niveles altos de cortisol podría ayudar en la búsqueda de marcadores para predecir quienes tienen un mayor riesgo de enfermedad", concluye el investigador.