MADRID, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -
La nueva definición de síndrome de ovario poliquístico daña a las mujeres y no trae un beneficio claro, alertan científicos australianos en el 'British Medical Journal'. En su artículo de opinión de expertos, los autores dicen que hace falta más investigación para evaluar adecuadamente los daños y beneficios de diagnosticar y tratar a las mujeres a través de diferentes edades, etnias y subtipos de este polémico trastorno endocrino.
Las mujeres diagnosticadas con síndrome de ovario poliquístico (SOP) tienen niveles más altos de depresión, ansiedad, peor autoestima, imagen corporal negativa, desórdenes alimentarios y disminución de la satisfacción sexual según la evidencia. La investigación cualitativa también enfatiza que el SOP es una enfermedad profundamente estigmatizante; pero no está claro si estos impactos se deben a la patología, sus síntomas o al efecto psicológico de ser etiquetadas como pacientes de SOP y sus implicaciones a largo plazo percibidas.
El SOP no tiene cura y está asociado con implicaciones en la fertilidad, una obligación para la detección de comorbilidades, la implementación de cambios en el estilo de vida y la toma de medicamentos a largo plazo. Los autores argumentan que, dadas las incertidumbres en la evidencia actual, el riesgo de daño psicológico y los impactos de aplicar criterios diagnósticos uniformes a un conjunto de síntomas de presentación a menudo amplio, es importante no precipitarse en diagnosticando a las mujeres como si tuvieran una enfermedad de por vida con un implicaciones desconocidas.
Además, sin datos claros, los científicos dicen que puede ser mejor tratar a las que corren riesgo de sobrediagnóstico sintomáticamente, como las adolescentes, las mujeres jóvenes y aquellas con características o fenotipos más suaves, en lugar de basarse en una definición que ha llevado inadvertidamente a un posible sobrediagnóstico, sobretratamiento y daño.
El SOP ocurre cuando los ovarios de una mujer o las glándulas suprarrenales generan más hormonas masculinas de lo normal. El SOP es el trastorno endocrino más comúnmente diagnosticado en mujeres en edad reproductiva y está asociado con un mayor riesgo de diabetes, síndrome metabólico, enfermedad cardiaca, presión arterial alta y peor bienestar psicológico.
Se considera una enfermedad de por vida que no tiene cura e incluye una amplia gama de síntomas, como periodos irregulares, aparición de ovarios poliquísticos, hirsutismo (exceso de vello) y acné. Los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, que lo describieron por primera vez en 1935, establecieron dos criterios diagnósticos para el SOP en 1990.
En 2003, en una reunión de expertos en Rotterdam, Países Bajos, se agregó la presencia ecográfica de ovarios poliquísticos a los criterios originales de los NIH. Este cambio contribuyó a un aumento de la prevalencia desde alrededor de 5 por ciento a un 21 por ciento de las mujeres en edad reproductiva.
En 2006, los expertos recomendaron que la evidencia clínica o bioquímica de hiperandrogenismo era esencial para el diagnóstico, ya que "los fenotipos no hiperandrogénicos no tienen los mismos riesgos asociados de implicaciones a largo plazo que son evidentes en los fenotipos hiperandrogénicos".
PROBLEMAS DE SOBREDIAGNÓSTICO
Los síntomas tienden a aparecer por primera vez durante la adolescencia y debido a que el síndrome está relacionado con la intolerancia a la glucosa y un mayor riesgo de diabetes tipo 2, el diagnóstico temprano puede ayudar a reducir los problemas de salud a largo plazo, dicen los expertos.
Pero diagnosticar SOP en la adolescencia es un desafío, según Tessa Copp, de la Universidad de Sydney, Australia, que es la autora principal del artículo publiado en 'BMJ'. "Muchos síntomas de SOP, como el acné y la oligomenorrea, se superponen con rasgos comunes al desarrollo puberal, pero los criterios diagnósticos para el SOP no tienen en cuenta la adolescencia", señala.
El diagnóstico de SOP durante la edad adulta temprana también puede ser problemático, ya que aunque una proporción de mujeres jóvenes cumplen los criterios diagnósticos, sus síntomas pueden ser leves e, incluso, resolverse a tiempo.
Los autores también señalan que los criterios de Rotterdam de 2003 ampliaron la definición del NIH incluyendo fenotipos no hiperandrogénicos de SOP, como mujeres con irregularidad menstrual y ovarios poliquísticos; pero estas mujeres no tienen las mismas consecuencias a largo plazo que las mujeres con hiperandrogenismo y sin embargo este menor riesgo no lo pueden comunicar los médicos a las mujeres, lamentan los autores.
Estos expertos también dicen que los estudios existentes que muestran el beneficio del tratamiento son difíciles de interpretar porque son a menudo de baja calidad y no ha habido un seguimiento a largo plazo. "Como resultado, no es seguro si estas intervenciones proporcionan beneficios a largo plazo, ni cómo la evidencia existente sobre los beneficios del tratamiento se aplica a los diferentes fenotipos de SOP y las mujeres con síntomas más leves", apunta el doctor Jesse Jansen, de la Universidad de Sydney.
Estos especialistas consideran que estos potenciales daños deben sopesarse frente a los potenciales beneficios de un diagnóstico de SOP y la intervención temprana, dadas las incertidumbres en la evidencia "La definición de SOP se ha ampliado sin evidencia clara de los beneficios para las mujeres que reciben un diagnóstico. Necesitamos una mejor comprensión e investigación para caracterizar los beneficios y los daños del diagnóstico y tratamiento para las mujeres con síntomas severos y más leves", afirma Copp.
Los autores de este artículo señalan que aunque algunas mujeres, como aquellas con fenotipos 'clásicos' de los NIH o aquellas con síntomas más severos pueden beneficiarse de un diagnóstico de SOP, es posible que otras mujeres no necesiten esta etiqueta para tratar efectivamente y rápidamente sus síntomas.