MADRID 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un equipo internacional de investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, y la Universidad Heinrich Heine de Düsseldorf, en Alemania, ha descubierto un nuevo mecanismo que regula la forma en que los vasos sanguíneos crecen y se conectan entre sí. Este hallazgo, publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', podría abrir nuevas oportunidades para la terapia del cáncer en el futuro.
El sistema circulatorio complejo nutre cada célula del cuerpo humano y el adecuado desarrollo de nuevos vasos sanguíneos es crucial para el desarrollo embrionario. En este estudio, los científicos demostraron por primera vez que la enzima Glutaredoxina 2, perteneciente a una familia de enzimas que transmiten señales específicas dentro de las células, tiene un papel esencial durante el desarrollo cardiovascular.
En estudios anteriores, estos mismos investigadores revelaron que Glutaredoxina 2 es indispensable para la supervivencia de las células nerviosas durante el desarrollo embrionario del cerebro. Con el fin de reducir el número de ratones usados en el laboratorio, el equipo realiza la mayor parte de sus experimentos con un modelo de pez cebra modificado genéticamente para que su sistema circulatorio brille con color verde fluorescente.
Como el joven pez cebra es completamente transparente, los científicos pudieron seguir el crecimiento de los vasos sanguíneos fluorescentes directamente con el microscopio. Cuando se redujeron los niveles de glutaredoxinas, los vasos sanguíneos de los embriones de pez cebra fueron creciendo al azar sin establecer un sistema circulatorio adecuado y se vio que la Glutaredoxina 2 controla un interruptor químico en otra proteína, sirtuin 1, y que esta simple modificación de un solo aminoácido es vital para que el sistema circulatorio se desarolle normalmente.
Este conocimiento no sólo es esencial para comprender mejor el desarrollo de nuestro sistema circulatorio en general, sino por que el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, un proceso llamado angiogénesis, también juega un papel crucial en la patología de muchas enfermedades, incluyendo el cáncer. La capacidad de promover la angiogénesis es un sello del cáncer, ya que los tumores en crecimiento y la metástasis dependen de la formación de vasos.
"La comprensión de cómo se desarrollan los vasos sanguíneos y cómo es posible modular este proceso puede proporcionar una nueva forma de luchar contra el cáncer en el futuro", afirma el primer autor del estudio, Lars Bräutigam, del Departamento de Bioquímica Médica y Biofísica del Instituto Karolinska y también vinculado al servicio del Laboratorio de la Vida (SciLifeLab) en Estocolmo, Suecia.