MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
Expertos reunidos en el XXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes (SED) han avisado de que la diabetes es el "paradigma" de enfermedad sistémica y han recordado que sus repercusiones afectan "de la cabeza a los pies" de los pacientes que la padecen.
"Es bien sabido que la diabetes se correlaciona con un aumento del riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular y aterosclerótica, que acelera su evolución, que empeora su pronóstico y que multiplica la tasa de mortalidad precoz de origen cardiovascular. Además, se asume el habitual empeoramiento de la función renal en la persona con diabetes y se acepta y teme especialmente la posible pérdida de visión como consecuencia habitual de esta enfermedad", ha recalcado el presidente de la SED, Edelmiro Menéndez.
En este sentido, el experto ha comentado el "gran desconocimiento" social que existe sobre los efectos que tiene la diabetes en la fragilidad ósea, en el riesgo de aparición de enfermedades neurodegenerativas, en el desarrollo o agravamiento de la salud de las encías y en el desarrollo de úlceras en el pie que terminan en amputaciones.
De hecho, diversos trabajos presentados en este congreso han evidenciado los vínculos de la diabetes tipo 2 con la depresión, la esquizofrenia o la enfermedad de Alzheimer. Asimismo, en el caso de las demencias, se ha apuntado que la propia diabetes puede contribuir al proceso fisiopatológico de la enfermedad de Alzheimer, con la que compartiría similares mecanismos patológicos.
Y es que, la resistencia a la acción de la insulina que se da en la diabetes tipo 2, junto con la hiperinsulinemia existente, lleva a la disminución de la captación cerebral de insulina. En concreto, como hipótesis, se plantea que el déficit de insulina provocaría una dificultad en las neuronas para utilizar la glucosa, lo que provocaría un déficit en su producción de energía, un mayor estrés oxidativo y una menor supervivencia celular.
Además, tal y como se ha puesto de manifiesto durante el encuentro, la resistencia a la insulina generaría daños en los vasos sanguíneos y dificultaría el riego del cerebro. También se ha comprobado que la diabetes no sólo se asocia con atrofia cerebral, sino con la acumulación de la proteína tau en el interior de las células nerviosas, uno de los daños característicos de la enfermedad de Alzheimer.
Concretamente, en las personas con diabetes el riesgo de desarrollar Alzheimer se duplica, y la prevalencia de la diabetes es dos veces superior en pacientes con depresión respecto a la población general y es entre dos y cuatro veces mayor en pacientes con trastornos esquizofrénicos.
"Lo que está claro es que prevenir la diabetes disminuye la incidencia de las enfermedades neurodegerantivas, como el Alzheimer", ha argumentado el jefe del servicio de Neurología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, Félix Bermejo-Pareja.
PIE DIABÉTICO
Por otra parte, los expertos han recordado que un caso "especialmente paradigmático" es el del pie diabético, una infección, ulceración o destrucción de los tejidos profundos relacionados con alteraciones neurológicas y distintos grados de enfermedad vascular periférica en las extremidades inferiores que afecta a pacientes con diabetes mellitus que no ha sido tratada.
"Resulta sorprendente que no se le preste la suficiente atención e, incluso, el paciente no lo ve como una amenaza. Sin embargo, el pie diabético y las amputaciones que suele conllevar provoca en cinco años más fallecimientos que el cáncer de colon o el cáncer de mama", ha enfatizado la cirujana vascular y responsable de la Unidad de Pie Diabético del Hospital de Cruces (Bilbao), Pilar Vela Orus.
De hecho, la diabetes es la primera causa de amputaciones de extremidades inferiores en el mundo. Ante esta problemática, y a juicio de los especialistas, una de las principales medidas a adoptar pasa por la concienciación social y profesional de este problema.
"Es imprescindible que médicos de Familia y profesionales de Enfermería sepan bien qué hacer cuando aparece una úlcera en el pie o determinar qué pacientes con pie diabético pueden y deben tratar ellos y cuáles derivar a un especialista y, al mismo tiempo, es necesaria mucha mayor coordinación entre todos los niveles asistenciales y todos los profesionales implicados", ha comentado Vela.
Dicho esto, la experta ha asegurado que si se atendieran estas demandas y se llevaran a cabo una serie de medidas básicas, se reduciría significativamente el impacto de esta enfermedad. Entre las medidas a adoptar, la doctora ha destacado la necesidad de ser "cuidadosos" en el empleo de antibióticos para hacer frente a las infecciones en pie diabético; limpiar con "extremo cuidado y rigor la herida", examinándose diariamente la lesión antes de utilizar cualquier apósito para cubrir la úlcera del pie, se limpie; y efectuar una exploración vascular.
Asimismo, prosigue, entre la población diabética, la prevalencia de pie diabético con neuropatía y riesgo de amputación alcanza el 2 por ciento. No obstante, si se tiene en cuenta los casos en los que hay una enfermedad arterial, esta prevalencia se eleva sensiblemente y el riesgo de amputación se multiplica por 15.
"Actualmente aproximadamente el 80 por ciento de todos los pacientes ingresados en cirugía vascular son por isquemia crítica de la pierna y son diabéticos. Además, existe un perfil tipo de personas con diabetes que tienen un mayor riesgo de tener pie diabético y son fundamentalmente pacientes de edad avanzada y con muchas comorbilidades. En estos casos, el pie diabético es solo la punta del icerberg, un trastorno que esconde una patología mucho más amplia y compleja, asociada a una alta morbimortalidad", ha indicado.
LA DIABETES AMENAZA LA BOCA
Finalmente, los expertos han alertado de que la diabetes también amenaza la boca y, más aún, la salud bucodental también puede repercutir negativamente en el control de la diabetes. En este sentido, el riesgo de padecer diabetes y la posibilidad de controlarla de manera satisfactoria están "fuertemente" relacionados con la salud bucodental y, en particular, con la salud periodontal.
Y es que, según se ha puesto de manifiesto, existe una creciente evidencia científica y clínica que vincula la diabetes con las enfermedades de las encías, porque no sólo las personas con diabetes mal controlada tienen más riesgo de sufrir periodontitis (el triple), sino que la periodontitis puede iniciar o aumentar la resistencia a la insulina de una manera similar a como lo hace la obesidad.
Por ello, la salud bucal y periodontal debe ser parte integrante fundamental del manejo de la diabetes. "Necesitamos que llegue a la población el mensaje de que cuidando la salud de las encías vamos a cuidar mejor la diabetes e, incluso, es posible que estemos ayudando a prevenir su aparición. Es más, la clínica dental es un lugar ideal para identificar riesgo de sufrir diabetes no conocida, así como para realizar todas las tareas preventivas, de diagnóstico precoz y de tratamiento que precise una persona con diabetes", ha zanjado el presidente de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA), David Herrera.