MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
La diabetes se asocia a diversos factores de riesgo para disminuir el potencial fértil del hombre, como por ejemplo, disfunción eréctil, disfunciones eyaculatorias e hipogonadismo. Un riesgo que aumenta con el mal control de la glucemia, la resistencia a la insulina y el aumento del índice de masa corporal.
Así lo han comentado diversos expertos con motivo de la celebración del curso 'Oligozoospermia, azoospermia y aneyaculación', organizado en el marco de las XIV Jornadas del Comité Científico de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC).
"Mediante este curso, pretendemos incentivar la participación activa de los asistentes, con el objetivo de debatir y realizar una puesta en común de casos clínicos y experiencias propias de cada profesional en su laboratorio", ha explicado la coordinadora del curso y miembro de la Comisión de Andrología y Técnicas de Reproducción Asistida de la SEQC, Isabel Sánchez Prieto.
En este sentido, los expertos han comentado que la ausencia de espermatozoides en el eyaculado o la dificultad o incapacidad para alcanzar una erección pueden ser signos de cuadros complejos. Por ello, han destacado la necesidad de realizar una entrevista clínica detallada donde se investiguen las enfermedades previas que hayan podido afectar a la salud reproductiva.
En concreto, la exploración física debe incluir el examen del aparato genital y después se pueden solicitar pruebas complementarias que orienten el diagnóstico etiológico. Además, el laboratorio primero debe confirmar que no se trata de un error preanalítico, comprobar que la muestra ha sido recogida correctamente, o solicitar nueva muestra de semen y orina posmasturbación.
"Para ello, debe contar con un protocolo específico para muestras sin espermatozoides. Parámetros macroscópicos tan sencillos como el volumen y el pH del semen pueden darnos una valiosa información. En cuanto al análisis microscópico, se debe hacer por métodos estandarizados que garanticen la calidad de los resultados", ha apuntado Sánchez.
En cuanto a las opciones terapéuticas, prosigue, estas dependen de la patología e incluyen los tratamientos farmacológicos, quirúrgicos, eyaculación asistida y técnicas de reproducción asistida complejas, como la recuperación de espermatozoides del testículo y la inyección intracitoplásmica de espermatozoides o células precursoras.
TÉCNICAS DE FERTILIDAD
En la práctica diaria del profesional del laboratorio clínico, encontrar un semen sin espermatozoides o una disfunción eyaculatoria es frecuente, de ahí la importancia de la formación en este campo.
"Aunque, hay que matizar que la azoospermia no siempre es sinónimo de infertilidad. En casi todos los hombres con azoospermia obstructiva y muchos con azoospermia no obstructiva, pueden obtenerse espermatozoides por distintas técnicas, para conseguir una gestación biológica", ha enfatizado la experta.
Y es que, hasta hace 25 años se pensaba que en las azoospermias no obstructivas, que constituyen aproximadamente el 60 por ciento de las azoospermias totales, no estaba indicado realizar una biopsia de testículo porque los espermatozoides testiculares no tenían capacidad fecundante.
No obstante, cuando en el año 1992 empieza a utilizarse la fecundación 'in vitro' con inyección intracitoplásmica de espermatozoides(ICSI), se descubre que los espermatozoides no requieren la maduración en el epidídimo para conseguir fecundar al óvulo y se consiguieron los primeros embarazos mediante esta técnica. Un hecho que ha supuesto una "importante modificación" de la conducta diagnóstico-terapéutica de la azoospermia.
De hecho, en la actualidad, si se identifica la causa genética subyacente a la azoospermia, incluso puede realizarse ICSI con diagnóstico genético pre-implantatorio y conseguir una descendencia sana de los varones con azoospermia de origen genético.
Por otra parte, en las últimas décadas se ha duplicado la incidencia de cáncer testicular. Sin embargo, la supervivencia de todos los tumores en general, también se ha incrementado por los avances en los tratamientos antineoplásicos. Esto supone que los pacientes oncológicos en edad fértil se planteen la posibilidad de tener descendencia.
El Laboratorio de Andrología interviene en la preservación de la fertilidad de los pacientes oncológicos y realizando las técnicas de reproducción asistida con los gametos criopreservados.