MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
Muchas personas encuentran demasiado exigente el ejercicio regular y esto está contribuyendo a la obesidad y las epidemias de diabetes. Estos trastornos pueden elevar el riesgo de fracturas óseas, algo que el ejercicio físico puede disminuir, así como reducir los efectos metabólicos negativos de cada patología.
Una forma menos vigorosa de realizar ejercicio conocida como vibración del cuerpo entero (WBV, por sus siglas en inglés) puede imitar los beneficios para la salud muscular y ósea del ejercicio regular en ratones, según un nuevo estudio publicado en la revista 'Endocrinology', de la Sociedad Endocrina de Estados Unidos. WBV consiste en una persona sentada, de pie o acostada sobre una máquina con una plataforma vibratoria, que cuando vibra, transmite energía al cuerpo, contrayendo y relajando los músculos varias veces durante cada segundo.
"Nuestro estudio es el primero en demostrar que la vibración de todo el cuerpo puede ser igual de eficaz que el ejercicio en la lucha contra algunas de las consecuencias negativas de la obesidad y la diabetes", afirma la primera autor del estudio, Meghan E. McGee-Lawrence, de la Universidad de Augusta en Augusta, en Georgia, Estados Unidos.
"Aunque WBV no aborda completamente los defectos en la masa ósea de los ratones obesos en nuestro estudio, incrementó la formación ósea global, lo que sugiere que los tratamientos a largo plazo podrían resultar prometedores para prevenir la pérdida ósea también", añade.
BENEFICIOS METABÓLICOS EN RATONES OBESOS
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores examinaron dos grupos de ratones machos de 5 semanas de edad: uno estaba formado por ratones normales, mientras que el otro grupo era genéticamente insensible a la hormona leptina, que promueve la sensación de plenitud después de comer. Se asignó a los animales de cada grupo al sedentarismo, entrenamiento WBV o cinta andadora.
Después de un periodo de una semana para acostumbrarse al equipamiento de ejercicio, los grupos de ratones comenzaron un programa de ejercicio de 12 semanas. Los ratones en el grupo WBV se sometieron a 20 minutos de WBV a una frecuencia de 32 Hz con una aceleración de 0,5 g cada día, mientras los del grupo de la cinta caminaron 45 minutos diarios en una ligera inclinación. El tercer grupo no hizo ejercicio. Se pesó a los ratones semanalmente durante el estudio.
Los animales genéticamente obesos y diabéticos mostraron beneficios metabólicos similares tanto del WBV como del ejercicio en la cinta de correr. Los ratones obesos ganaron menos peso después del ejercicio o WBV que los ratones obesos en el grupo sedentario, aunque se mantuvieron más pesados que los roedores normales.
El ejercicio y el WBV también elevaron la masa muscular y la sensibilidad a la insulina en los ratones genéticamente obesos. Aunque no hubo efectos significativos en los ratones jóvenes sanos, el ejercicio de baja intensidad y los protocolos de WBV fueron diseñados para finalizarse con éxito por parte de los ratones obesos.
Estos hallazgos sugieren que WBV puede ser una terapia complementaria útil para combatir la disfunción metabólica en personas con obesidad mórbida. "Estos resultados son alentadores --subraya McGee-Lawrence--. Sin embargo, debido a que nuestro estudio se llevó a cabo en ratones, esta idea debe probarse rigurosamente en los seres humanos para ver si los resultados serían aplicables a las personas".