MADRID 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
Con el descenso de las temperaturas y los bruscos cambios de tiempo aumenta el dolor que producen las personas con artrosis y artritis, según un estudio realizado por el Instituto Poal de Reumatología de Barcelona y la Unidad de Salud Articular de Bioibérica Farma.
"Por suerte, el cambio de tiempo sólo influye en la percepción del dolor y no agrava la enfermedad", afirma la doctora Ingrid Möller, reumatóloga y directora del Instituto Poal de Barcelona, quien sitúa en un 40 por ciento los enfermos susceptibles de predecir fenómenos meteorológicos con su dolor.
"El paciente tiene razón cuando se queja", afirma Möller. Concretamente, los pacientes con artrosis experimentan un aumento del dolor articular cuando baja la presión atmosférica. En cambio, en los enfermos con artritis reumatoide es la bajada del termómetro la que ejerce un efecto sobre el dolor articular.
El estudio, publicado en 'Proceedings of the Western Pharmacology Society', se realizó durante dos años con pacientes del Instituto Poal de Reumatología, y contó con el apoyo del Servicio Meteorológico de Cataluña que.
Para mejorar los síntomas, la doctora Móller recomienda "aplicar calor local en la zona de dolor y realizar ejercicio suave, como caminar o nadar, para desentumecer las articulaciones". A parte, recuerda que, además de analgésicos y antiinflamatorios, existen medicamentos específicos para la artrosis, los llamados fármacos de acción lenta 'SYSADOA', que mejoran el dolor y la capacidad funcional del enfermo con un excelente perfil de seguridad.
Al respecto, el farmacólogo clínico y director Médico y Científico de Bioibérica Farma, el doctor Josep Vergés, explica que "en un futuro, se podrían modular los tratamientos no farmacológicos y farmacológicos de los pacientes en función de la previsión meteorológica y así evitar el dolor y la incapacidad funcional que comportan este tipo de enfermedades, mejorando así su calidad de vida".