MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Laboratorio de Biología Marina y el Instituto Feinstein de Investigación Biomédica, en Estados Unidos, han descubierto en humanos muchos de los genes implicados en la reparación natural de la médula espinal de una especie marina conocida como lamprea, lo que abre la puerta a largo plazo a su uso para el tratamiento de lesiones medulares.
"Hemos encontrado una gran superposición de factores de transcripción que están impulsando la regeneración en el sistema nervioso periférico de los mamíferos", ha reconocido Jennifer Morgan, una de las autoras de este estudio que publica la revista 'Scientific Reports'.
Las lampreas son unos peces sin mandíbulas similares a las anguilas y el estudio surgió de la observación de que pueden recuperarse completamente tras una fractura de su médula espinal cortada, sin medicación u otro tratamiento. "Pueden pasar de una situación de parálisis a nadar perfectamente en un periodo de 10 a 12 semanas", dice Morgan.
"Los científicos han sabido durante muchos años que la lamprea logra la recuperación espontánea tras una lesión de la médula espinal, pero no hemos conocido la receta molecular que acompaña y apoya esta notable capacidad", ha añadido Ona Bloom, que también colaboró en el proyecto.
Ahora, en su estudio han determinado todos los genes que cambian durante todo el proceso de recuperación, una información que podrían utilizar "para probar si las vías específicas son realmente esenciales para el proceso", dice Bloom.
ANÁLISIS DURANTE LOS 3 MESES POSTERIORES A LA LESIÓN
Los investigadores siguieron el proceso de curación de las lampreas y tomaron muestras de los cerebros y la médula espinal en diferentes momentos, desde las primeras horas después de la lesión hasta tres meses después, cuando ya estaban completamente curadas.
Analizaron su tejido para determinar qué genes y vías de señalización se activaron en comparación con una lamprea no dañada. Y, como era de esperar, encontraron muchos genes en la médula espinal que cambian con la recuperación.
Además, de forma inesperada también descubrieron una serie de cambios en la expresión génica inducida por la lesión en el cerebro. "Esto refuerza la idea de que el cerebro cambia mucho después de una lesión de la médula espinal", puntualiza Morgan.
Por otro lado, también descubrieron que muchos de los genes asociados con la curación de la médula espinal son parte de la vía de señalización de Wnt, que desempeña un papel en el desarrollo del tejido. De hecho, cuando se utilizó un fármaco que la inhibe, los animales nunca consiguieron volver a nadar.