BARCELONA, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
La mortalidad de los españoles atribuible al calor ha registrado una tendencia a la baja pese al aumento de las temperaturas estivales, según un estudio coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
La investigación, publicada en 'PLoS Medicine', ha analizado las temperaturas y las defunciones diarias registradas en 47 capitales de provincia españolas en los veranos comprendidos entre 1980 y 2015, ha informado el ISGlobal --institución impulsada por la Fundación La Caixa-- en un comunicado.
Los resultados revelan la existencia de dos tendencias opuestas: un aumento progresivo de la temperatura estival media a razón de 0,33 grados por década, y un decrecimiento paulatino del riesgo de mortalidad asociada al calor.
Ambos factores, considerados en conjunto, han supuesto una leve disminución de la mortalidad atribuible al calor, del orden de medio porcentual por década.
"Se suele dar por sentado que el cambio climático irá acompañado de un aumento en la mortalidad asociada al calor, especialmente en sociedades en que la edad media de la población es cada vez mayor. Sin embargo, en nuestro estudio observamos que no tiene que ser necesariamente así si al mismo tiempo se da, como en el caso de España, un descenso general y sostenido de la vulnerabilidad a las temperaturas moderadas y extremas", ha dicho el primer autor del estudio e investigador del ISGlobal, Hicham Achebak.
El investigador del ISGlobal Joan Ballester ha asegurado que la sociedad española es menos vulnerable al calor "gracias a una adaptación de la sociedad a las temperaturas elevadas y también al desarrollo socioeconómico experimentado durante las últimas décadas", con factores como las mejoras en el parque de viviendas y la popularización del aire acondicionado.
Sin embargo, ha añadido Ballester, desconocen si "esta tendencia a la baja se mantendrá en caso de que el cambio climático se agudice en el futuro".
CAUSAS RESPIRATORIAS
La tendencia general a la baja observada tanto en mortalidad atribuible al calor como en vulnerabilidad frente a temperaturas elevadas cuanta con una gran excepción: las muertes por causas respiratorias, que no han dejado de aumentar desde 1980, sobre todo en el caso de las mujeres.
"El envejecimiento de la población y el incremento en la incidencia de determinadas enfermedades crónicas son algunas de las causas que podrían explicar esta tendencia", ha asegurado Achebak.
El análisis segregado por sexos ha permitido observar la existencia de una brecha de género, ya que las muertes atribuibles al calor son más altas en el caso de las mujeres que de los hombres, así como también su vulnerabilidad a temperaturas moderadas y extremas, aunque esta brecha se ha reducido en magnitud.