MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
La expresión 'obesidad saludable' circula en muchas de las secciones de salud de los medios internacionales presentes en Internet porque, según estiman diversos estudios, un 25 por ciento las personas con obesidad o padecen las enfermedades metabólicas asociadas a la considerada ya epidemia en el siglo XXI.
Las personas con obesidad metabólicamente saludable (MHO, por sus siglas en inglés) son clínicamente obesas en términos de su índice de masa corporal (IMC) --más de 30 kg/m2--, pero no tienen las complicaciones metabólicas que suelen acompañar a la obesidad, como grasas sanguíneas anormales, control de azúcar deficiente o diabetes, y presión arterial alta.
Si metabólicamente saludable está asociado con un exceso de riesgo de eventos cardiovasculares (ECV) es un tema de debate, con limitaciones importantes en la evidencia hasta la fecha, como definiciones inconsistentes de salud metabólica, control inconsistente de otros factores (factores de confusión) y tamaños de muestra pequeños.
Ahora una nueva investigación muestra que las llamadas personas obesas "metabólicamente sanas" todavía están en mayor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares como insuficiencia cardiaca o accidente cerebrovascular que las personas con peso normal.
Los resultados del estudio, realizado por el doctor Rishi Caleyachetty y sus colegas en el Instituto de Investigación Aplicada en Salud de la Facultad de Ciencias Médicas y Dentales de la Universidad de Birmingham, Reino Unido, se presentan en el Congreso Europeo de Obesidad (ECO, por sus siglas en inglés), que se celebra hasta el sábado en Oporto, Portugal.
En este nuevo estudio, los autores abordan estas limitaciones en una gran cohorte contemporánea, basada en los registros de salud electrónicos de la atención primaria. Los investigadores utilizaron registros médicos electrónicos de 1995 a 2015 en 'The Health Improvement Network' (THIN), una gran base de datos británica de registros de medicina general, para reunir una cohorte de 3,5 millones de personas mayores de 18 años e inicialmente libres de ECV.
Para determinar la salud metabólica, se dividió a la población en grupos de acuerdo con el IMC y la presencia o ausencia de tres anormalidades metabólicas (diabetes, presión arterial alta [hipertensión] y grasas sanguíneas anormales [hiperlipidemia]) que se sumaron para crear anomalías metabólicas (0, 1, 2 y 3). Para ser clasificados como MHO, los individuos no debían tener ninguna de estas anomalías metabólicas.
El estudio examinó si el riesgo de desarrollar cuatro enfermedades cardiovasculares (enfermedad coronaria -CHD, por sus siglas en inglés--, enfermedad cerebrovascular --ataque isquémico transitorio o accidente cerebrovascular--, insuficiencia cardiaca y enfermedad vascular periférica (PVD, por sus siglas en inglés)] fue diferente para las personas de peso normal sin trastornos metabólicos o personas con MHO.
MÁS PROBABILIDAD DE ENFERMEDAD CORONARIA, CEREBROVASCULAR E INSUFICIENCIA CARDIACA
Los autores encontraron que, en comparación con los individuos de peso normal sin anomalías metabólicas, los individuos con MHO tenían un 50 por ciento más de riesgo de CHD; un 7 por ciento más de riesgo de enfermedad cerebrovascular y el doble de riesgo de insuficiencia cardiaca, (todos estadísticamente significativos), después de tener en cuenta la demografía y el hábito de fumar.
Frente a estas tendencias, los individuos obesos metabólicamente sanos tuvieron un 9 por ciento menos de riesgo de enfermedad vascular periférica. Sin embargo, en análisis posteriores que excluyeron a los fumadores de cigarrillos, los individuos con MHO presentaban un riesgo significativamente mayor (11 por ciento) de desarrollar PVD en comparación con aquellos con peso normal y cero anomalías metabólicas.
El análisis también mostró que el riesgo de eventos de ECV en individuos obesos incrementó con el aumento del número de anormalidades metabólicas presentes. Por ejemplo, en comparación con una persona de peso normal con cero anormalidades metabólicas, una persona obesa con tres anomalías metabólicas tuvo 2,6 veces mayor riesgo de CHD; un 58 por ciento más de riesgo de enfermedad cerebrovascular, incluyendo accidente cerebrovascular; 3,8 veces más de riesgo de insuficiencia cardiaca y 2,2 veces más de riesgo de PVD.
Caleyachetty subraya: "Es el mayor estudio prospectivo de asociación entre la obesidad metabólicamente sana y los eventos de enfermedad cardiovascular. Los individuos obesos metabólicamente sanos están en mayor riesgo de enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular e insuficiencia cardíaca que los individuos de peso normal metabólicamente sanos. Los profesionales de la salud deben promover y facilitar la pérdida de peso entre las personas obesas, independientemente de la presencia o ausencia de anomalías metabólicas".
"A nivel de población, la llamada obesidad metabólicamente saludable no es una enfermedad inofensiva y quizás es mejor no usar este término para describir a una persona obesa, independientemente de cuántas complicaciones metabólicas tenga", concluye este experto