MADRID, 25 Jun. (EDIZIONES) -
¿Existe el determinismo biológico? ¿Nuestro futuro está ya escrito en los genes? ¿Cómo se explica nuestro escaso talento para la música o nuestra buena vista? ¿Están marcados nuestros genes sobre las enfermedades que padeceremos?
Son múltiples las preguntas que podríamos hacernos con respecto a los genes y a aquello que heredamos. Nos guste o no, la naturaleza ha depositado un plan secreto en nuestro interior: todos llevamos un 'microchip' que nos influye. Nuestro ADN dirige la fabricación de cada parte de nuestro cuerpo y cada una de las reacciones fisiológicas que lo recorren. Desde los cambios hormonales hasta la digestión, pasando por lo que ocurre en el cerebro, por ejemplo.
Así, nuestro día a día está 'gobernado' por unos pequeños genes dictadores, tal y como muestra en su libro, 'El ADN Dictador'(Ariel), el doctor en Genética y Biología Celular, además de profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, Miguel Pita. En él resalta que nuestros genes nos condicionan, presentan unas potencialidades que se verán maximizadas o minimizadas en función del aprendizaje, del entorno, de las circunstancias vitales y de las decisiones que tome cada cual a lo largo de su vida.
"El ambiente, la alimentación, la cultura, el deporte, el estrés, el tabaco, el alcohol o las drogas, la vida interior, la espiritualidad. Todo influye y moldea la expresión de nuestra carga genética. Estamos conformados por genes heredados de nuestros ancestros, pero es el ambiente en el que vivimos, nuestra forma de vida, lo que posibilita que algunos genes se expresen y otros no. Por ello, hay determinismo pero también margen de actuación", sostiene.
Pero, ¿qué es el ADN? En una entrevista con Infosalus, Pita lo define como "una molécula, un ácido distinto de otros que se encuentran en la naturaleza, que está dentro de todas las células, de todos los seres vivos, y además es el ácido que tiene escrito un código, que hace las veces de manual de instrucciones, con el que se fabrican los individuos".
Según precisa, el ADN que tenemos en cada célula es distinto incluso entre hermanos, pero muy parecido e igual entre humanos y chimpancés. "Lo curioso es que tenemos muchos genes en común con las plantas, aunque somos parientes lejanos. En realidad todos somos parientes porque somos fruto de la evolución", apostilla.
POR QUÉ ES DICTADOR
A su juicio, al ADN se le puede tachar de 'dictador' porque tiene "una parcela grande" de responsabilidad en la existencia del ser humano, configura el cuerpo que somos, incluso el cerebro que nos hace sentirnos 'yo'. "En el ADN está escrito cómo vamos a ser hasta en los rasgos de personalidad. Tenemos una tendencia natural a olvidarlo porque cerebro está construido para otras cosas, no para el existencialismo, pero el ADN guarda sorpresas para el futuro. Fabrica nuestro corazón y lo pone a latir. Pero lo que hagamos con nuestra vida es responsabilidad de nuestro libre albedrío. Hay cierto grado de determinismo y hay un grado amplio de decisión por uno mismo. Pero nuestra vida diaria nos lleva a olvidar que algunos de los acontecimientos de nuestra vida están escritos en el ADN", avisa el especialista en Genética.
EL 2 ADN, LA MACROMOLÉCULA QUE NOS CONFIGURA
Por otro lado, el investigador de la Universidad Autónoma de Madrid destaca que los seres humanos somos el resultado de la fusión de dos copias de ADN: el de nuestra madre y el de nuestro padre, que se entrecruzan de manera aleatoria dando la posibilidad de millones de combinaciones distintas, millones de potenciales hermanos diferentes.
"Los hijos se parecen a sus padres porque su ADN está constituido de dos copias: una que procede del óvulo más otra del espermatozoide. Por ello me parece más acertado llamarle 2 ADN al conjunto del material genético, para recordar así que a cada individuo lo conforma la suma de la copia materna y la paterna, de cuya combinación saldrá el particular resultado genético final de cada uno", reseña en su libro, indicando además que es la madre la que pone el óvulo o 'envase', la primera célula con toda la maquinaria necesaria para que empiece el proceso de copia.
A su vez, Pita llama la atención sobre el hecho de que en una misma familia los padres y el hijo mayor pueden tener los ojos marrones, pero la hija pequeña azules, "demostrando que la genética de los hijos no es una suma de la de los padres, sino una curiosa combinación".
Además, señala que de igual modo, de dos padres sanos puede nacer un hijo enfermo o viceversa. "Un padre puede poseer su 2 ADN conformado por una copia del cromosoma 7, que fabrica la proteína CFTR, y otra copia del cromosoma 7 estropeada, que no fabrica nada de proteína. Pero en conjunto, el padre está sano porque tiene esa proteína suficiente gracias a una sola de las copias, igual que un avión puede volar con uno de los dos motores estropeados. Sin embargo, este padre le puede pasar al hijo la copia que fabrica un motor estropeado en lugar de la otra. Si la situación de la madre es la misma, aunque ella también esté sana, el hijo puede recibir dos 'alelos' defectuosos de dos padres sanos y no fabrica proteína CFTR, y entonces el hijo tristemente padecerá fibrosis quística", recalca.
RASGOS GENÉTICOS, RASGOS HEREDADOS
¿Qué determina que una persona tenga sensibilidad musical y su hermano no? ¿La genética o el entorno? ¿El artista nace o se hace? Aunque la formación y el aprendizaje de determinadas disciplinas son esenciales, hay una sensibilidad que nos llega de serie, que la genética nos regala, "o nos impone, como queramos", indica.
"Es posible saber si una persona va a ser capaz de enrollar la lengua en forma de U o en qué posición cruzará los brazos observando cómo lo hacen sus padres porque muchos comportamientos, en apariencia banales, también están determinados genéticamente y son heredables. Por ejemplo, lo que da lugar a la calvicie es una suma de diversos productos genéticos, pero no por ello la alopecia es menos hereditaria. Eso sí, hay que desterrar esa idea de que depende de la genética de la madre, o del abuelo materno", indica.
Así, entre otras, el experto expone un listado de aspectos que se heredan genéticamente:
1.- Todo lo que tiene que ver con rutas metabólicas y fisiológicas, los genes de una proteína o los grupos sanguíneos.
2.- Doblar la lengua en forma de U.
3.- Que el lóbulo de la oreja esté junto o separado.
4.- La forma de cruzar los brazos, el izquierdo sobre el derecho o al revés.
5.- El pico de viuda del pelo.
6.- "La agresividad tiene componente hereditario, pero con cautela, no va a nacer uno agresivo pero se ha visto que lo tiene", precisa.
7.- Con respecto a comportamientos complejos se heredan ciertas tendencias explicados por genes. "No es sí o sí, habría un componente genético fuerte, por ejemplo en habilidades artísticas, en el oído musical, o en la habilidad para pintar", agrega.
8.- La propensión a ciertas enfermedades, incluso entre ellas a ciertos tipos de cáncer.
9.- Hay un receptor en la dopamina que muestra una tendencia a ser más osado, más echado para adelante, más atrevido.
10.- "Se ha visto que la propensión al a espiritualidad, a creencias religiosas, tiene un componente genético fuerte. Se trata de un componente genético que nos lleva a tener cierta creencia en pensamientos mágicos, y de ahí sería el fundamento a creer en entes superiores que controlan nuestro destino", sentencia Pita.