Cáncer infantil
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Publicado: miércoles, 24 enero 2018 8:12


MADRID, 24 Ene. (EDIZIONES) -

Cada año se diagnostican cerca de 1.400 nuevos casos de niños con cáncer en España. A pesar de ser una enfermedad rara, el cáncer infantil es la primera causa de muerte por enfermedad hasta los 14 años. Sin embargo, la tasa de supervivencia a 5 años de 0 a 14 años alcanza casi el 80%, según la Sociedad Española de Hemato-Oncología Pediátrica (SEHOP).

El tipo de cáncer más frecuente en los niños es la leucemia (25%), seguido de los tumores del sistema nervioso central (19,6%) y de los linfomas (13,6%), según el Registro Nacional de Tumores Infantiles.

Pero, ¿qué es el cáncer? Aunque las causas que originan el cáncer se desconocen, sí que podemos decir que el cáncer surge como consecuencia de la alteración de los mecanismos normales de control de la diferenciación y proliferación celular. Es una enfermedad que teóricamente puede ocurrir en cualquier órgano o tejido.

Así, los órganos del cuerpo están formados por tejidos, que se componen de conjuntos de células que alcanzan funciones altamente especializadas para cumplir el objetivo que tienen encomendado en cada órgano o tejido. "Órganos y tejidos crecen y se desarrollan para llegar a alcanzar el tamaño adulto, y algunos se renuevan constantemente. Esto se consigue mediante el crecimiento y recambio de las células que los constituyen, y ambos procesos, crecimiento y renovación están equilibrados y sometidos a una estrecha regulación para responder a las necesidades del cuerpo", añade.

En concreto, apunta que toda célula tiene la capacidad de evolucionar o desarrollarse en tres direcciones: puede continuar el ciclo celular y originar otras dos células iguales; o bien madura, se diferencia y se especializa para cumplir las funciones específicas del órgano al que pertenece; y por último, puede autoeliminarse y morir, porque ya no sea necesaria.

"El camino que tome cada célula depende de la información genética que posea y de lo que le marque su entorno. Por ejemplo, si un hueso se fractura, las células de ese hueso deben proliferar, aumentar en número para recomponer completamente el hueso, y además deben diferenciarse, especializarse en las funciones que tienen encomendadas en el tejido óseo. Pero una vez reparada la fractura la proliferación debe parar y no continuar fabricando hueso de forma incontrolada. En resumen, las células obedecen a señales u órdenes, que les indican cuando deben proliferar, o madurar o diferenciarse", precisa la SEHOP.

EL INICIO DEL CÁNCER

Así, apunta que en cualquier momento del desarrollo normal de una célula ésta puede sufrir una alteración, que si es muy importante puede impedirle sobrevivir, y la célula muere; pero si esa alteración no es letal y la célula sobrevive, origina células iguales a ellas, distintas de las normales, y portadores de esa alteración que les permite no obedecer y escapar a los mecanismos normales de control, que les ordenarían en condiciones normales hasta cuando proliferar o diferenciarse, y cuantas de ellas deben ser eliminadas porque no son necesarias.

"Esto origina que en un determinado tejido u órgano existe un grupo de células anormales que van a multiplicarse sin control y que no van a madurar o diferenciarse. Esto es el principio del desarrollo de un cáncer, que de momento va a estar localizado en un órgano o tejido. Pero además ese grupo de células incontroladas adquieren la capacidad de traspasar su lugar de origen inicial y pueden invadir órganos y tejidos vecinos, y también pueden viajar por la sangre y crecer en otros órganos o tejidos lejanos, originando lo que se llaman 'metástasis a distancia'", explica.

Con ello, señala que la transformación maligna de una célula puede suceder en cualquier momento del desarrollo celular, y en cualquier órgano o tejido se pueden encontrar tumores de muchos tipos y en localizaciones muy diferentes. "Y por supuesto, pueden aparecer en cualquier etapa de la vida, desde el nacimiento y a lo largo de todo el desarrollo del ser humano", precisan.

¿ES DISTINTO EN ADULTOS Y EN NIÑOS?

En este sentido, en una entrevista con Infosalus, Isidro Sánchez, investigador del Instituto de Biología Molecular y Celular del Cáncer del CSIC explica además que el espectro de cáncer que aparece en niños y mayores es distinto. En adultos suele ser más frecuente el cáncer en los tejidos epiteliales (los conocidos como 'carcinomas'), ya que esos tejidos funcionan más en esa etapa, mientras que en la edad infantil aparecen los tumores hematopoyéticos (relacionados con la sangre) y los tumores derivados de los tejidos mesenquimales (los llamados 'sarcomas') ya que estos tejidos tienen más actividad en esa etapa.

No obstante, resalta que sí hay enfermedades como la leucemia, por ejemplo, que pueden aparecen tanto en niños como en adultos. Sobre el proceso de curación de los menores con cáncer, el investigador celebra que en estos casos se curan más frecuentemente porque la población infantil es "más resistente" frente a las terapias disponibles en la actualidad, ante las altas dosis de toxicidad de los actuales tratamientos.

Precisamente, el Instituto Nacional del Cancer de Estados Unidos remarca que "los niños se enfrentan a problemas únicos durante su tratamiento para el cáncer, después de terminar el tratamiento y como supervivientes de cáncer y, por ejemplo, pueden recibir tratamientos más intensos". Por ello, sostiene que el cáncer y sus tratamientos tienen efectos diferentes en los cuerpos en crecimiento que en los cuerpos adultos y por ello los menores pueden responder de forma diferente a los fármacos que controlan los síntomas en adultos.

Según enumera la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), los tipos de cáncer infantil suelen ser: tumores cerebrales, sarcomas, nefroblastoma o 'Tumor de Wilms', Leucemia linfoblástica aguda, el linfoma de Hodgkin, el cáncer de tiroides, el sarcoma de Ewing y Pnet, el neuroblastoma, y los tumores vasculares.

Además, recuerda que los tratamientos más frecuentes para curar el cáncer son: la quimioterapia (se utilizan medicamentos), la radioterapia (se usan radiaciones para eliminar las células enfermas), la cirugía (operación para eliminar las células que no funcionan bien) y el trasplante de médula ósea (cambio de la médula ósea).

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