MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
El miembro de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), Rosa Fernández Marcote, ha avisado de que las nuevas tecnologías como, por ejemplo, las redes sociales y el WhatsApp, están favoreciendo la aparición de casos de dependencia emocional.
Se trata de una patología que hace referencia a una necesidad enfermiza de cuidado y protección en contextos diversos (familiar, relacional, laboral o académico), cuyo resultado provoca una falta de funcionalidad y autonomía en la persona. En este sentido, la experta ha lamentado el aumento de casos que se están produciendo en los últimos años.
"Posiblemente haya casos anteriores, pero en los últimos cinco años el número de diagnósticos, su intensidad y complejidad ha crecido bastante. Antes cuando se perdía la relación con un amigo o se terminaba un noviazgo se cumplía un período de duelo, sin contacto, que favorecía la reconstrucción de la vida de una manera razonable. Ahora, siempre existe la posibilidad de saber algo de la otra persona, 'espiar' su Facebook, revisar su última conexión a WhatsApp o mirar sus fotos de las vacaciones", ha aseverado la psicóloga clínica.
Y es que, la dependencia emocional cumple con todos los criterios de cualquier otro tipo de adicción, siendo que el objeto no es una sustancia sino una persona: deseo irrefrenable, necesidad de contacto, pérdida de control o modificación de los patrones estables de personalidad, etcétera.
"Distorsiona a la persona que la padece y varía su comportamiento normal en el entorno laboral, familiar, social y emocional. La persona suele darse cuenta de que tiene una relación perjudicial y reconoce a la persona tóxica, pero cuando intenta romper el vínculo siente que no puede", ha puntualizado Fernández.
ASOCIACIÓN CON OTROS TRASTORNOS
Asimismo, los especialistas en patología dual están avanzando en la búsqueda de conexiones entre la dependencia emocional y otros trastornos de personalidad. De hecho, tal y como ha comentado la especialista, "muchos" estudios muestran cómo la dependencia emocional aparece ligada a ciertos rasgos de personalidad y asociado a sintomatología depresiva y ansiosa que nos hace pensar en unos patrones anteriores facilitadores de la aparición del problema.
Además, la dependencia emocional está relacionada también con la violencia de género. "Es un componente frecuente y se aborda en las consultas como las adicciones directamente ligadas a la violencia de género. La intervención trata de distanciar la persona y enseñar autocontrol en situaciones de riesgo para evitar recaídas", ha recalcado.
Ante esto, prosigue, las redes sociales están suponiendo una dificultad añadida en la "deshabituación" de las personas, dado que la posibilidad de contactar por móvil, Internet, chat y otras redes sociales hacen que la dependencia emocional se convierta en algo "más impulsivo" por la facilidad en el contacto con la persona tóxica.
Por otra parte, y aunque por el momento no se puede definir un prototipo, Fernández ha comentado que, al parecer, la dependencia emocional es más frecuente entre las mujeres. Un hecho que, a su juicio, se relaciona con determinados rasgos de personalidad de las mujeres que lo facilitan a nivel cognitivo y emocional.
"Cultural e históricamente muchas mujeres han autorizado a sus parejas para llevar las riendas de su vida y han perdido su capacidad de ser autosuficientes, creyendo que necesitan a otra persona para salir adelante. Tiene hasta una parte romántica en la que la mujer piensa que su pareja lo es todo para ella", ha explicado.
En relación a la edad, los primeros casos que se han registrado en las consultas se sitúan en torno a los 16 años, debido a que las adolescentes son más vulnerables a la dependencia y tienen mayor acceso a las redes sociales.