MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los hombres jóvenes que tienen sobrepeso u obesidad podrían correr un mayor riesgo de desarrollar enfermedad hepática grave o cáncer de hígado en la vida posterior, sugiere una investigación publicada en la edición digital de la revista 'Gut'. Sus autores, investigadores de Suecia, encontraron que el riesgo de tener un alto índice de masa corporal (IMC) para el desarrollo de enfermedad hepática grave parece estar presente desde una edad temprana y se ve agravado por el desarrollo de la diabetes tipo 2.
Los niveles de sobrepeso y obesidad están aumentando a nivel mundial y se estima que alrededor de 1.000 millones de personas serán obesas (con un IMC superior a 30 kg/m2) para 2030. Un alto índice de masa corporal se asocia con mayor riesgo de futuras enfermedades hepáticas graves y cáncer de hígado en adultos, al tiempo que eleva el riesgo de diabetes tipo 2, que a su vez está vinculado a un mayor riesgo de enfermedad hepática grave.
Un estudio previo ha demostrado que un IMC alto en hombres al final de la adolescencia se asocia con un mayor riesgo de muerte u hospitalización por enfermedad hepática en etapa terminal, incluso cuando se tienen en cuenta otros factores como el consumo de alcohol, el tabaquismo y el uso de narcóticos; pero el vínculo entre el IMC y la enfermedad hepática no se había examinado en gran profundidad.
Por lo tanto, los investigadores dirigidos por el doctor Hannes Hagström, del Centro de Enfermedades Digestivas en el Hospital Universitario Karolinska, en Estocolmo, Suecia se propuso investigar cómo el IMC en adolescentes jóvenes afecta a problemas hepáticos más adelante en la vida.
Utilizaron datos de un registro de más de 1,2 millones de hombres suecos reclutados para el servicio militar entre 1969 y 1996 y relacionaron datos sobre enfermedad hepática grave, cáncer de hígado y diabetes tipo 2 durante el seguimiento de registros basados en la población. Los hombres fueron seguidos desde un año después del reclutamiento hasta el 31 de diciembre de 2012.
EL SOBREPESO DUPLICA EL RIESGO DE ENFERMEDAD HEPÁTICA
Los resultados mostraron que durante el seguimiento hubo 5.281 casos de enfermedad hepática grave incluyendo 251 casos de cáncer de hígado. Los investigadores descubrieron que los hombres con sobrepeso tenían casi la mitad de probabilidades y los hombres obesos más del doble de riesgo de desarrollar enfermedad hepática en la vida posterior que los hombres de peso normal.
Los hombres que desarrollaron diabetes tipo 2 registraron un riesgo aún mayor. Los hombres con obesidad y diabetes tipo 2 presentaban más de tres veces más probabilidades de sufrir problemas hepáticos cuando eran mayores en comparación con los hombres no diabéticos y de peso normal.
Se tuvieron en cuenta factores como el consumo de alcohol y el tabaquismo por parte de los hombres y los investigadores excluyeron a los hombres que tuvieron un diagnóstico de enfermedad hepática alcohólica durante el seguimiento de su análisis, pero esto no cambió significativamente sus resultados generales sobre el exceso de riesgo asociado con IMC alto.
Se trató de un estudio observacional, por lo que no se pueden sacar conclusiones firmes sobre la causa y el efecto. Sin embargo, los investigadores dijeron que era probable que el aumento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en todo el mundo podría conducir a un incremento en el número total de casos con enfermedad hepática grave en el futuro, incluyendo una incidencia creciente de cáncer de hígado.
"Esto podría tener implicaciones a la hora de tomar decisiones de salud pública, apoyando la necesidad de una intervención dirigida contra el sobrepeso y la obesidad a una edad temprana y, específicamente, resalta el riesgo de diabetes mellitus tipo 2 como un factor de riesgo de enfermedad hepática", señalan.
"El cribado de hombres con diabetes mellitus tipo 2 para la presencia de enfermedad hepática manifiesta usando sistemas de puntuación no invasivos y económicos podría ser un camino a seguir. Las intervenciones para reducir la creciente prevalencia de sobrepeso y obesidad deben implementarse desde una edad temprana para reducir la carga futura de enfermedad hepática grave en los individuos y la sociedad", concluyen.