MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
La rinitis alérgica puede predisponer a la halitosis por la acción de diversas especies bacterianas en los casos en los que hay mucosidad estancada, según ha señalado el director del Instituto del Aliento y responsable de la Unidad del Aliento del Centro Médico Teknon de Barcelona, Jonas Nunes.
"Actualmente, la rinosinusitis es la sexta causa más frecuente, entre las más de 80 que provocan halitosis, en los pacientes que acuden a los centros asociados al Instituto del Aliento en España", ha añadido el especialista.
En la misma línea, el director del Departamento de Otorrinolaringología y codirector de la Unidad del Aliento en Teknon, Jordi Coromina, ha agregado que "existen ciertas bacterias que usan la mucosidad nasal como sustrato proteico, liberando mal olor creándose un escenario aún más favorable para estas bacterias".
Así, según ha afirmado Coromina, con frecuencia la rinitis alérgica provoca obstrucción nasal, lo que hace que la persona que padece este problema respire más por la boca, lo que la reseca y facilita la liberación de compuestos en la saliva que se vuelven volátiles, lo que confiere mal olor.
Entre los síntomas más comunes de la rinitis alérgica destacan picor, estornudos, obstrucción, mocos o falta de olfato. Las personas que la sufren presentan ojos irritados, llorosos, inflamados, mucosidad y congestión. Además, investigaciones científicas han señalado las alergias como un factor que predispone la rinosinusitis crónica.
Científicos iraníes han comprobado que el 64 por ciento de sus pacientes con rinosinusitis presentaban una serie de manifestaciones características, siendo la halitosis el quinto síntoma más común (41%) solo por detrás de la secreción nasal (95%), bloqueo nasal (94%), trastornos del olfato (63%) y tos (45%).
Así mismo otra investigación, esta vez llevada a cabo por un equipo de otorrinolaringólogos de Turquía, ha demostrado que la rinosinusitis favorece la aparición de halitosis, en un estudio que contó con la participación de 83 personas cuyo aliento fue analizado a través de un cromatógrafo de gases con el objetivo de medir los niveles de compuestos volátiles de azufre, causantes de mal aliento. Los resultados revelaron que los pacientes con rinitis alérgica emitían compuestos volátiles de azufre en su aliento en una cantidad significativamente superior.
RINITIS ALÉRGICA: QUÉ HACER
El abordaje de la rinitis alérgica abarca tres categorías fundamentales, la primera de ellas compuesta de medidas de control ambiental y prevención de alérgenos. Así, lo más recomendable es reducir, en la medida de lo posible, la exposición al polen durante la primavera. Para los ácaros del polvo, cubrir el colchón y la almohada con cubiertas impermeables ayuda a reducir la exposición, además de cambiar y lavar la ropa de cama en agua caliente cada dos semanas. Los lavados nasales con solución salina o suero fisiológico pueden ser también muy beneficiosos.
En segundo lugar, el manejo farmacológico. La toma de medicamentos por vía oral o aplicación tópica tiene que estar supervisada siempre por un profesional de la salud, que los recetará en función del tipo, la gravedad de los síntomas, la edad o la existencia de otras afecciones de salud.
Y, por último, la inmunoterapia. Este es un abordaje a largo plazo, ya que la mejora no es evidente hasta pasado unos 6-12 meses. No obstante, la inmunoterapia no está exenta de riesgos, ya que en ocasiones puede provocar reacciones alérgicas. Por tanto, a la hora de tener en cuenta esta opción es necesario considerar los riesgos y beneficios de la inmunoterapia frente a las otras opciones de tratamiento.