MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
Unas 175.000 personas mueren cada año en Europa por causas relacionadas con el calor, y esa cifra se disparará en consonancia con el calentamiento constante del planeta, ha advertido este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alerta además de que las temperaturas en los países europeos están aumentando a un ritmo que duplica el promedio mundial.
El director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge, ha señalado que más de 50 países de ese continente están pagando el precio máximo del calentamiento global, y recordó que hace apenas unos días, el planeta alcanzó la temperatura promedio más cálida que se haya registrado, 17,16 ºC, con olas de calor azotando el hemisferio norte.
Kluge agregó que los tres años más cálidos registrados en Europa han ocurrido a partir de 2020 y que la década más calurosa se documentó desde 2007. "En la región europea, el estrés térmico es la principal causa de muerte relacionada con el clima en la región", ha enfatizado, añadiendo que las temperaturas extremas como las que se están observando en este momento exacerban los problemas crónicos de salud, incluidas las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cerebrovasculares, la salud mental y las condiciones relacionadas con la diabetes también.
Kluge ha destacado que el calor extremo supone un grave problema para las personas mayores, sobre todo si viven solas, y también puede ser una carga adicional para las mujeres embarazadas. En este sentido, la OMS ha insistido en que los gobiernos deben tomar medidas para mitigar los choques térmicos en las personas vulnerables.
Más de 20 países de la región europea tienen planes de este tipo en marcha, pero no son suficientes para proteger a todas las comunidades, apuntó la agencia sanitaria.
LOS EFECTOS NEGATIVOS SON PREVENIBLES
Kluge ha reiterado que los efectos negativos del calor y el calor extremo en la salud son en gran medida prevenibles. "Si estamos mejor preparados para una región más cálida, salvaremos muchas vidas, tanto ahora como en el futuro", ha señalado.
Para hacer frente a las olas de calor, la OMS recomienda mantenerse alejado del calor: evitar salir y realizar actividades extenuantes cuando el sol está en su punto más fuerte; permanecer a la sombra y no dejar a los niños o animales en vehículos estacionados; y si es necesario y posible, pasar dos o tres horas en un lugar fresco, como un supermercado o un cine.
Por otro lado, intentar mantener la casa fresca: utilizar el aire de la noche para enfriar la casa; reducir la carga térmica dentro de la casa o la habitación del hotel durante el día utilizando persianas o contraventanas, abriéndolas por la noche para ventilar la casa; mantener el cuerpo fresco e hidratado, utilizando ropa ligera y holgada y ropa de cama ligera, tomar duchas o baños fríos y beber agua con regularidad, evitando las bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína que provocan deshidratación.