El 28% de la población tiene problemas para realizar pruebas diagnósticas en equipos de resonancia magnética cerrada
MADRID 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un 28 por ciento de la población tiene problemas a la hora de hacerse estudios de resonancia magnética en equipos cerrados, que son los más extendidos, según señalan especialistas en radiología, gestores sanitarios, entidades de salud y mutuas junto con los centros propios de diagnóstico por imagen, quienes se han reunido en un encuentro, organizado por el Grupo Affidea, para tratar la importancia de saber trabajar con equipos de resonancia magnética (RM) de alto y bajo campo, cerradas y abiertas.
Para personas claustrofóbicas, pacientes pediátricos, con obesidad, problemas de movilidad o dependientes no es fácil acceder al gantry, la estructura cerrada en forma de túnel necesaria para el procedimiento de escaneo, por miedo o falta de espacio. Algunos incluso necesitan ser sedados, como es el caso de los niños, para evitar el movimiento durante el tiempo que dura la prueba (unos 20 minutos, como mínimo). De esta manera se amplía para este grupo el tiempo de espera medio para hacerse un estudio de RM con respecto al resto de la población.
En este contexto, la radióloga y directora médica regional de Affidea España, la doctora Pilar Manchón, ha explicado que trabjar con equipos cerrados de alto campo y con abiertos de bajo campo ayuda a mejorar parte de este problema. "Estos últimos han mejorado notablemente sus resultados a lo largo de la última década gracias a la introducción de la inteligencia artificial en sus procesos. De esta manera, se ha conseguido que la resolución de las imágenes que genera sea suficiente para dar un diagnóstico certero al 80 por ciento de los casos que llegan", ha añadido la experta.
Asimismo, tanto la radióloga del FC Barcelona, Sandra Mechó, como el también experto en radiología deportiva y musculoesquelética, Julio Sáez, estuvieron de acuerdo en el valor que aporta combinar ambas tecnologías, no sólo por esa mejora del acceso, sino también porque ayuda a agilizar las listas de espera y a mejorar la sostenibilidad medioambiental y la experiencia del paciente.
"Utilizando estos equipos abiertos de bajo campo podemos mantener la calidad de imagen reduciendo el tiempo del estudio, lo cual es muy importante para evitar el movimiento del paciente durante la prueba y que no haya que repetirla", ha asegurado la Mechó durante el encuentro.
Por su parte, Sáenz ha concluido que "los equipos abiertos son muy útiles a la hora de hacer pruebas de la región musculoesquelética y en la mayoría de solicitudes de neurorradiología. Eso sí, para obtener los mejores resultados estas pruebas deben estar supervisadas por un radiólogo para que se controle la calidad de los estudios".