MADRID 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Asociación por un Acceso Justo al Medicamento (AAJM) insta a los países ricos, a la UE, EEUU y otros, bajo el amparo de la OMS, que trabajen conjuntamente para poner en marcha un 'Plan de Vacunación de África contra el virus mpox para garantizar el derecho a la salud'.
La causa de la enfermedad por viruela del mono es el virus de la viruela símica del género Orthopoxvirus, al que también pertenecen los virus de la viruela humana y otros. El virus tiene dos clados genéticos: I y II. Esta enfermedad, causada por un Ortopoxvirus, se detectó por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática del Congo. La enfermedad se considera endémica de los países de África central y occidental y afecta en el 60% de los casos a niños menores de 15 años.
La enfermedad puede transmitirse de persona a persona y, ocasionalmente, de animales a personas. En mayo de 2022 se produjo un brote mundial causado por una cepa conocida como clado IIb que se extendió rápidamente por Europa, las Américas, y luego por las seis regiones de la OMS, declarado emergencia de salud pública de importancia internacional el 23 de julio de 2022. Entonces, las medidas de prevención y vacunación permitieron controlar el brote en los países desarrollados.
Ahora, la aparición de una nueva variante Clado 1b del virus de rápida propagación a través del contacto comunitario y heterosexual, especialmente en la República del Congo, epicentro de la infección, aunque afecta ya, al menos a 12 países de África Central y Occidental, ha justificado la declaración de emergencia de salud pública internacional por la OMS del pasado 14 de agosto de 2024.
A diferencia de la situación en 2022-23, ahora hay una amplia capacidad de producción para abastecer a África. La farmacéutica Bavarian Nordic indicó que tiene capacidad para fabricar 10 millones de dosis para fines de 2025, incluidas hasta dos millones de dosis para finales de 2024.
Pero el coste de la vacuna es de alrededor de 100 dólares por dosis para la serie de dos inyecciones, por lo que solo implementar una cantidad del orden de uno o dos millones de dosis para las personas y comunidades en riesgo en los 13 países africanos donde el brote se está extendiendo ahora, costaría entre 100 y 200 millones de dólares a los donantes.
Si bien Bavarian Nordic ha informado sobre un posible acuerdo para transferir tecnología de fabricación de vacunas a determinados fabricantes africanos, no producirán las dosis necesarias a tiempo para frenar el brote actual, siendo una solución necesaria a largo plazo. No obstante, este compromiso debería comenzar de forma inminente, al mismo tiempo que se comiencen a discutir los precios de costes de las vacunas, antes de abocar a una estrategia de vender a países ricos y confiar en donaciones directas o a través de GAVI, OMS.
Mientras, la prioridad inmediata debería ser conseguir que se adquieran y entreguen a los países afectados en el epicentro del brote la mayor cantidad posible de las 10 millones de dosis de vacunas necesarias, según las estimaciones de los CDC de África.
Poco después de que la OMS anunciara la emergencia sanitaria mundial, EEUU ofreció donar 50.000 dosis de la vacuna BVN de sus reservas, mientras que la Unión Europea anunció una donación de 175.000, que se combinarán con una promesa de 40.000 del propio Bavarian Nordic y la donación informada por Japón de 3,5 millones de dosis de su vacuna LC-16 de una dosis, producida por KM Biologics y aprobada para su uso en niños.
No obstante, las donaciones de dosis no solo resultan "insuficientes e ineficaces" para cortar la transmisión de la infección en las zonas endémicas y fuera de sus fronteras, mientras que los países desarrollados "hacen acopio preventivo de cientos de miles de dosis, sino que se requiere de una coordinación extremadamente estrecha para gestionar las innumerables barreras legales, regulatorias y logísticas de los países afectados", señalan desde la AAJM.
Así, remarcan que "se precisa de un Plan de Vacunación contra mpox en África coordinado con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC de África) y patrocinado por países ricos, priorizando allí la distribución de las vacunas, ya que allí están los enfermos, con el objetivo plausible de controlar el brote, en un primer momento, y su erradicación posterior con el compromiso firme y solidaridad de los países desarrollados, especialmente de la UE".