MADRID 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los ácidos grasos presentes en el pescado estáb vinculados a un menor riesgo de cáncer de mama, según concluye una investigación publicada en 'British Medical Journal'. Para lograr esta reducción del riesgo, el consumo de pescado azul como el salmón, el atún o las sardinas debe ser de entre una a dos porciones por persona a la semana.
Los resultados del estudio muestran que cada 0,1 g por día o 0,1 por ciento de la energía diaria incrementada por la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados n-3 (PUFA n-3) derivados del pescado se asoció con una reducción del 5 por ciento en el riesgo de padecer cáncer de mama.
El cáncer de mama es uno de los más comunes, representando el 23 por ciento del total de casos de cáncer y el 14 por ciento de las muertes por cáncer en 2008. Los estudios sugieren que una dieta y un estilo de vida saludable son cruciales para la prevención del cáncer de mama, y que ??la grasa de la dieta es uno de los factores dietéticos más intensamente estudiados estrechamente relacionados con el riesgo.
PUFA n-3 incluyen ALA, EPA, DPA y DHA y están involucrados en los mensajes químicos en el cerebro, ayudando a regular la actividad de los vasos sanguíneos y áreas del sistema inmune. Las principales fuentes dietéticas de EPA, DPA y DHA provienen del pescado azul, mientras que ALA se encuentra principalmente en nueces, semillas y vegetales de hoja verde.
Aunque PUFA n-3 son los tipos más prometedores de grasa para reducir el riesgo de cáncer, los resultados de estudios en humanos son incompatibles, por lo que un equipo de investigadores con sede en China se propuso estudiar esta asociación, para lo que revisaron y analizaron los resultados de 26 estudios de Estados Unidos, Europa y Asia en los que participaron más de 800.000 individuos y más de 20.000 casos de cáncer de mama.
PUFA n-3 marino se asoció con una reducción del 14 por ciento de cáncer de mama entre la categoría más alta y la más baja de PUFA n-3 marino, un riesgo más bajo en las poblaciones asiáticas, probablemente debido a que la ingesta de pescado es mucho mayor en Asia que en los países occidentales, según los autores.
Un análisis más detallado indió una respuesta a la dosis: cada 0,1 g por día o 0,1 por ciento de la energía diaria por aumento de la ingesta se asoció con una reducción del 5 por ciento en el riesgo, pero no se encontró asociación protectora significativa de ALA, la base de PUFA n-3.
Los autores dicen que su análisis, junto con las publicaciones anteriores, "es compatible con una función de protección de los ecosistemas marinos PUFA n-3 en la incidencia de cáncer de mama". Los autores concluyen: "Nuestro estudio proporciona evidencia sólida y robusta de que PUFA n-3 marinos se asocian inversamente con el riesgo de cáncer de mama".