MADRID 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
Antes de la disponibilidad de los antibióticos, la luz del sol se utilizaba para tratar la tuberculosis y los pacientes solían ser enviados a clínicas suizas para absorber los rayos curativos. Ahora, por primera vez, los científicos han demostrado cómo y por qué la helioterapia ha sido eficaz. Un estudio, publicado en 'PNAS' y dirigido por investigadores de la Universidad de Londres (Reino Unido), ha demostrado que las dosis altas de vitamina D, además del tratamiento antibiótico, ayudan a los pacientes con tuberculosis en su recuperación.
La nueva investigación es la primera en estudiar el efecto de la vitamina D en la respuesta inmune de los pacientes que reciben tratamiento por una enfermedad infecciosa. Los resultados indican que las dosis altas de la vitamina pueden suavizar la respuesta inflamatoria del cuerpo a la infección, lo que permite a los pacientes recuperarse más rápido, con menos daño a los pulmones.
Además de estimular la recuperación en los pacientes con tuberculosis, los autores afirman que sus resultados sugieren que la suplementación con vitamina D podría ayudar a los pacientes a recuperarse mejor de otras enfermedades, como la neumonía.
El doctor Adrian Martineau, profesor de Infección Respiratoria e Inmunidad en el Instituto Blizard de la Universidad de Londres, quien dirigió la investigación, afirma que "estos resultados son muy significativos, ya que indican que la vitamina D puede tener un papel importante en la resolución de las respuestas inflamatorias de los pacientes con tuberculosis. A veces, estas respuestas inflamatorias pueden causar daño tisular, lo cual conduce al desarrollo de cavidades en el pulmón. Si podemos curar estas cavidades más rápidamente, los pacientes sufrirán menos daño pulmonar".
Martineau agrega que, "en términos más generales, la capacidad de la vitamina D para amortiguar las respuestas inflamatorias sin comprometer la acción de los antibióticos aumenta la posibilidad de que los suplementos también sean beneficiosos en pacientes que reciben tratamiento antibiótico por neumonía, sepsis y otras infecciones pulmonares".
Martineau y sus colaboradores de varios hospitales de Londres asignaron al azar 95 pacientes con tuberculosis -que reciben tratamiento antibiótico estándar- en dos grupos: durante las primeras ocho semanas de su tratamiento, 44 pacientes recibieron altas dosis de vitamina D, mientras que 51 recibieron un placebo. La doctora Anna en Coussens, del Instituto Nacional de Investigación Médica, midió los marcadores de inflamación en las muestras de sangre de estos pacientes y realizó análisis estadísticos para determinar los efectos que tenía la vitamina D en la respuesta inmune.
"Hemos descubierto que gran parte de estos marcadores de inflamación se redujo aún más y más rápido en los pacientes que recibieron vitamina D", señala Coussens.
Los investigadores también observaron que el Mycobacterium tuberculosis, la bacteria que causa la tuberculosis, desapareció del esputo de los pacientes (la flema escupida desde la parte profunda de los pulmones) más rápido en aquellos que tomaban vitamina D.
Martineau señala que es demasiado pronto para recomendar que todos los pacientes con tuberculosis tomen dosis altas de vitamina D, además del tratamiento estándar con antibióticos para la enfermedad. Se necesitan más investigaciones, con un mayor número de pacientes, antes de hacer recomendaciones clínicas.