MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las personas que sufren trastornos en el estado anímico, como la depresión o la ansiedad, tienden a sobreestimar hasta el doble la duración y la frecuencia de los episodios de fibrilación auricular (FA), por lo que realmente solo sufren el 10 por ciento de las arritmias que creen padecer, según un estudio recién publicado en 'The Official Journal of the Heart Rhythm Society'.
La investigación, llevada a cabo en la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, ha comparado las sensaciones de los pacientes sobre sus síntomas de FA (mediante un cuestionario) con la monitorización de los episodios arrítmicos realizados a través de un electrocardiograma durante una semana.
"Las personas que sufren trastornos en el estado anímico como ansiedad o depresión suelen dormir peor, llevan un peor control de su tensión arterial o malos hábitos de alimentación, factores que pueden propiciar una agudización de la fibrilación auricular, aunque muchas veces los episodios que perciben estos pacientes no se correspondan con los registrados", ha explicado el vicesecretario general de la Fundación Española del Corazón (FEC), el doctor Ignacio Fernández Lozano.
Esta investigación también ha desvelado que el género y la edad determinan la percepción de las arritmias y el diagnóstico de FA. Así, las mujeres y las personas de edad más avanzada, grupo de pacientes más propenso a padecer arritmias, subestiman los síntomas, ya que los indicios registrados por el electrocardiograma han sido un 90 por ciento más elevados a las sensaciones que percibieron y contaron.
"Tal y como ocurre en otras patologías cardiovasculares y en comparación con el hombre, la mujer cuenta menos dolor del que tiene en realidad y acude más tarde a urgencias, de modo que subestima el porcentaje de fibrilación auricular y dificulta una clara detección de esta enfermedad cardiovascular", ha añadido el doctor Fernández Lozano.
Algunos de los síntomas de esta enfermedad son la sensación de palpitaciones, leve dolor en el pecho o sensación de mareo, falta de aire y cansancio; y otros más graves como pérdida de conocimiento o confusión.
De hecho, las guías de práctica clínica de fibrilación auricular establecen que el control de los síntomas puede contribuir a un mejor manejo de esta arritmia. Sin embargo, y según afirma la investigación, hasta el 65 por ciento de los episodios de fibrilación auricular son asintomáticos, lo cual dificulta el diagnóstico y por tanto, impide un posible tratamiento. "Es esta falta de tratamiento la que hace que los pacientes no diagnosticados incrementen el riesgo de infarto o accidente cerebrovascular", ha explicado el doctor.
Por todo ello, la FEC ha resaltado la importancia de recurrir a mecanismos que eviten o reduzcan los episodios de estrés, como el ejercicio físico, la meditación o la adopción de unos buenos hábitos alimenticios mediante una dieta equilibrada y sin grasas saturadas.