MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -
Aumenta un 30 por ciento en diez años el número de españoles que hacen consultas médicas en el buscador de Google- lo que empieza a conocerse como el 'Doctor Google'-, según datos de Euroscat publicados en agosto de 2016, siendo un aumento es similar al que se ha registrado de media entre los países de la Unión Europea.
La encuesta muestra además que un 49% de los internautas españoles de 16 a 74 años habían recurrido al buscador para encontrar asesoramiento médico durante el periodo analizado, que fue de tres meses; mientras que el año pasado lo usaron el 48% de los navegadores europeos, un 29% más que en 2006.
"Ha aumentado la accesibilidad a internet gracias al móvil, se ha incrementado la sensibilidad social para mejorar y mantener una buena salud y las personas afectadas por una enfermedad han pasado de ser pacientes pasivos a activos", explica el director del eHealth Center de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Manuel Armayones.
Otro motivo para este aumento, según señala, es que cada vez hay más centros sanitarios, administraciones, hospitales o asociaciones que comparten información de calidad en las redes.
Asimismo, España es el séptimo país de la Unión Europea que más recurre al 'doctor Google'; al frente están Luxemburgo (71%), Dinamarca (65%) y Alemania (63%), mientras que en la parte baja de la clasificación están Rumanía (29%) y Bulgaria (24%).
La información que más buscan los usuarios, según Euroscat, es sobre lesiones, enfermedades, nutrición o mejora de la salud. No obstante, recurrir a Internet tiene sus riesgo, según Carme Carrion, profesora de los estudios de salud y miembro también del eHealth Center de la UOC, quien recuerda que el usuario solo suele poner en el buscador el nombre de una patología o directamente un conjunto de síntomas y el resultado, en el mejor de los casos, acaba siendo una definición en Wikipedia.
"El estado de salud de una persona, sin embargo, es mucho más que un diagnóstico. Aspectos como la edad, los hábitos de vida, el sexo, la situación personal, laboral y familiar y la presencia de otras patologías pueden ser tan relevantes como el mismo diagnóstico", puntualiza.
Primero que hay que tener claro es que el buscador no es el sustituto del médico, asimismo, los peligros vienen determinados por la fiabilidad de la fuente que se consulte y por el nivel de conocimientos digitales que tenga el internauta. En este sentido, Armayones aclara que los peligros desaparecen si la persona está bien formada para discriminar qué información es de calidad y tiene claro que Google es un complemento al diagnóstico del profesional.
"Deberíamos analizar hasta qué punto los profesionales tendríamos que esforzarnos más por posicionar la información de calidad en internet y a la vez ofrecer alternativas para sensibilizar a la ciudadanía sobre criterios a seguir para valorar lo que encuentra en la red", concluye.