MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El consumo de una cantidad muy pequeña de alcohol al día ya es perjudicial para la salud, según ha advertido el médico internista adjunto del Servicio de Medicina Interna del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, Daniel Fuster, quien ha añadido que "el alcohol, cuanto menos mejor".
"Hasta ahora, se había dicho que, hasta los 65 años, el hombre podía consumir dos unidades de alcohol al día y la mujer una al día, pero estas cifras están en revisión y es muy posible que estas recomendaciones sean más restrictivas en un futuro. En personas con obesidad -incluso solo con sobrepeso- el consumo ligero de alcohol puede ser perjudicial y conducir al desarrollo de hígado graso y eventualmente de cirrosis. Las mujeres deben saber que el alcohol es carcinógeno y que puede conducir al desarrollo de cáncer de mama, enfermedad que afecta a 1 de cada 8 mujeres a lo largo de su vida", ha explicado el experto.
En este sentido, médicos internistas han destacado la importancia de disminuir el consumo de alcohol en dos mesas redondas celebradas en el marco del 44º Congreso Nacional de Medicina Interna de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), que se celebrará en el Palacio de Congresos de Valencia (Comunidad Valenciana), del 15 al 17 de noviembre.
Las principales causas en la actualidad de las enfermedades del hígado son el consumo excesivo de alcohol y el hígado graso asociado a trastornos metabólicos (sobrepeso, obesidad o diabetes). Según los últimos estudios, ahora se sabe que, incluso el consumo de pequeñas cantidades de alcohol puede provocar la degeneración grasa del hígado, por lo que este debe limitarse el máximo posible.
Asimismo, Fuster ha explicado que la cirrosis es la fase más avanzada de la enfermedad hepática, una patología probablemente infradiagnosticada, cuyas cifras de prevalencia en España se situarían entre el 1 y 2 por ciento de la población general. Parece que la prevalencia esté aumentando y la cirrosis provocó un número de fallecimientos en el año 2022 de aproximadamente 3.270 hombres y alrededor de 1.175 mujeres en España.
El experto ha subrayado que las personas afectadas por la enfermedad hepática asociada al consumo de alcohol a menudo consultan al médico entre 10 y 15 años después de su inicio, cuando tienen algún tipo de descompensación y una vez está muy avanzada (en fase cirrótica). Para evitar estas graves consecuencias, los expertos apuestan por mejorar la detección precoz de las enfermedades hepáticas tanto entre los médicos generalistas, en la Atención Primaria, como entre los médicos internistas, en el hospital. Ambos especialistas, internistas y médicos de familia, trabajan en la detección de la hepatitis B y C, la enfermedad hepática asociada al alcohol o bien la enfermedad hepática asociada a la obesidad y al síndrome metabólico (hasta ahora llamada esteatohepatitis no alcohólica o hígado graso) y que ahora se denomina enfermedad hepática asociada a alteraciones metabólicas (MAFLD, por sus siglas en inglés) tras la recomendación de varias sociedades científicas.
Fuster ha subrayado que "la hepatitis alcohólica aguda es una complicación grave de la enfermedad hepática asociada al consumo de alcohol que supone un riesgo en sí misma de infecciones y tiene una tasa de mortalidad importante".
Para SEMI, concienciar a la población sobre la importancia de disminuir el consumo de alcohol es crucial. Actualmente, en España solo hay un 15 por ciento de abstemios; la mayor parte de la población ha consumido alcohol en el último año. Entre los 15 y los 64 años, el 78 por ciento dice haber consumido alguna vez alcohol en los últimos 12 meses; el 65 por ciento, en el último mes; el 9 por ciento lo consume diariamente; casi el 17 por ciento reconoce haberse emborrachado; y un 15 por ciento ha consumido alcohol en atracones ('Bringe Drinking') en el último mes, lo que es cada vez más frecuente debido a los botellones y puede conducir a la intoxicación. Estos datos de la Encuesta sobre el consumo de alcohol y drogas (EDADES) que publica anualmente el Plan Nacional sobre Drogas son "preocupantes" para los médicos internistas.