MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un estudio multicéntrico español ha evidenciado que aquellos bebés nacidos de madres que padecieron la COVID-19 y que recibieron anticuerpos a través de la placenta los perdieron en los primeros meses de vida.
Entre otras cuestiones, las conclusiones de este estudio, en el que han participado expertos de los hospitales Gregorio Marañón e Infanta Sofía de Madrid, así como el Reina Sofía de Tudela (Navarra), también apuntan que el paso transplacentario de anticuerpos a los recién nacidos fue muy común entre madres con COVID-19, así como que casos de infección neonatal fueron poco frecuentes y se dio tan sólo en hijos de madres con infección aguda sin anticuerpos en el parto.
Para la realización del estudio se incluyeron mujeres con infección por SARS-CoV-2 durante el embarazo o el parto (cohorte GESNEO) que dieron a luz entre marzo y noviembre de 2020. Se recogió información epidemiológica, clínica y microbiológica de las madres y sus hijos, determinándose los anticuerpos IgG frente al coronavirus, los que se generan una vez superada la infección activa.
Las gestantes se clasificaron en tres grupos según su situación frente a la COVID-19 en el parto: infección aguda (PCR positiva, IgG negativa), reciente (PCR e IgG positivas) y pasada (PCR negativa, con infección documentada durante la gestación).
En total, se analizaron datos de 141 mujeres. El 34 por ciento tenía infección aguda, el 30,5 por ciento reciente y el 35,5 por ciento, pasada. En el grupo de mujeres con infección aguda, ningún recién nacido tuvo IgG positiva en sangre de cordón. A los dos meses, tenían IgG positiva el 42,8 por ciento de las madres y el 11,5 por ciento de los niños, mientras que a los 6 meses la tenía el 33,3 por ciento) madres y ningún niño.
En el grupo con infección reciente, el 90,9 por ciento de los recién nacidos tenían IgG positiva en sangre de cordón. A los dos meses tenían IgG positiva el 95,8 por ciento de las madres y el 57,1 por ciento de los niños, y a los seis meses, el 83,3 por ciento de las madres y ningún niño.
En el grupo con infección pasada, el 80 por ciento de las madres y el 84,8 por ciento de los recién nacidos tenían IgG positiva en el parto. A los dos meses, el 82,3 por ciento de las madres y el 64,7 por ciento de los niños; y a los seis meses, el 57,1 por ciento de las madres y el 14,3 por ciento de los niños.
La IgG positiva en sangre de cordón fue más frecuente en recién nacidos cuyas madres fueron sintomáticas (75,8 por ciento frente al 51,1 por ciento) o ingresaron por COVID-19 (90 por ciento frente al 57,6 por ciento).
Los pormenores de esta investigación serán presentados en el marco del 2 Congreso Nacional COVID-19, el principal encuentro científico sobre el coronavirus SARS-CoV-2 en España y que se celebrará completamente online entre este lunes y el viernes.