MADRID 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las herramientas basadas en la biología molecular ayudarán en el futuro a detectar precozmente el Alzheimer, una dolencia que afecta a más de 600.000 personas en España, según los expertos reunidos en el Curso de Verano de la Universidad Complutense 'Integración de la Biología Molecular en la práctica clínica: la nueva era de la medicina personalizada', clausurado este jueves en El Escorial.
Según el director del Departamento de Neurología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Jorge Matías Guiu, en la actualidad, la detección de esta enfermedad se basa en unos criterios relacionados con la información clínica, neuropsicológica y pruebas de neuroimagen.
"Aunque se disponen de algunas técnicas bioquímicas que se asocian a la enfermedad, éstas no tienen una alta especificidad y sensibilidad, salvo que se apliquen en el líquido cefalorraquídeo (LCR), y no discriminan con claridad otras demencias degenerativas", ha advertido este especialista.
Dice el doctor Guiu que, en los últimos años, se han aprendido dos conceptos clave para la interpretación de la biología molecular: el primero es que hay genes que se hiperexpresan en los territorios cerebrales donde se producen la patología y que, cuando esto ocurre, pueden tener que ver con la enfermedad. Así se ha demostrado el papel que podrían jugar en el Alzheimer los genes con mayor expresión en el hipocampo, como el gen del CALHM1.
En segundo lugar, se ha descubierto que podemos rastrear los mecanismos a través de la expresión de determinados genes durante distintos procesos. Así se ha desarrollado la primera herramienta que detecta un perfil de expresión genética propio de esta enfermedad.
"Este análisis, que se ha mostrado específico para detectar el cambio de déficit cognitivo leve a demencia, ayudará al médico a establecer un diagnóstico precoz, dado que permite evaluar un perfil genético característico de la enfermedad de Alzheimer antes de que se presente la sintomatología clínica", apuntó.
Las demencias se clasifican en dos grandes grupos: las secundarias, cuando existe otra enfermedad subyacente, y las primarias, de las cuales no se conoce aún cómo se produce la neurodegeneración que conduce a las mismas. El Alzheimer pertenece a este segundo grupo.
El principal factor de riesgo para esta enfermedad es la edad avanzada. De hecho, está presente en más del 30 por ciento de las personas con más de 90 años. Se estima que su prevalencia siga aumentando, por el incremento de la esperanza de vida de la población.
Para la doctora Ana Frank García, jefa de Sección del Departamento de Neurología del Hospital La Paz de Madrid, esta situación hace que el gran reto del Alzheimer sea "afrontar los costes sociosanitarios que implica y desarrollar tratamientos farmacológicos que detengan su curso evolutivo, ya que actualmente existen medicamentos que retrasan su evolución pero no la detienen".