Por qué cambiar la narrativa de la obesidad

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Publicado: viernes, 22 septiembre 2023 14:22


MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los expertos reunidos en las IV Jornadas Nacionales de 'Psicología en el tratamiento de la obesidad', de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), han pedido "cambiar la narrativa" en torno a la enfermedad, e instan a formar a los profesionales en el impacto del estigma en el individuo, a fomentar el uso de un lenguaje no estigmatizante, y a promover actitudes saludables y relaciones positivas en las familias.

El doctor Antonio Alcántara, psicólogo clínico y coordinador del Grupo de Trabajo de Psicología en el tratamiento de la obesidad de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), ha defendido la importancia de "hablar de obesidades en lugar de obesidad como un término general", a fin de evitar los estereotipos.

"Los especialistas en salud mental que tratamos 'obesidades' sabemos que los aspectos psicológicos están presentes antes, durante e, incluso, después de la enfermedad, por lo que su comprensión y tratamiento implica disponer de conocimientos relacionados con la prevención y abordaje terapéutico, sobre todo teniendo en cuenta que estamos ante una enfermedad crónica y recurrente", ha explicado Alcántara.

Como señala el Alcántara, casi el 60 por ciento de población adulta en Europa tiene criterios de obesidad y en población infantil esta tasa se aproxima al 30 por ciento. "Somos el cuarto país de Europa en sobrepeso y el tercero en obesidad en población general", ha recordado. Por ello, ha instado a realizar un Plan Nacional.

INTERVENCIONES CONDUCTUALES

Las intervenciones conductuales de pérdida de peso --que buscan la modificación de hábitos de alimentación y actividad física para generar pérdida de peso-- han mostrado ser eficaces para reducir el Índice de Masa Corporal (IMC); sin embargo, a pesar de llegar a reducir entre un 5 y 10 por ciento el peso corporal, un tercio de los participantes no pierden peso, y la mitad de las personas que consiguen perder peso lo recuperan a los 5 años.

"En los procesos de pérdida de peso aparecen dos dificultades: por una parte, es muy frecuente que las personas se enfrenten a emociones negativas, como la pereza por hacer actividad física o la reducción del placer obtenido a partir de la comida; por otra, la pérdida de peso es también difícil de conseguir debido a los efectos del denominado ambiente obesogénico, con la presencia constante de estímulos que invitan a reducir la cantidad de actividad física que se realiza y a alimentarnos con comida no del todo saludable", ha admitido la doctora María José Quiles Sebastián, del Departamento de Ciencias del Comportamiento y Salud de la Universidad Miguel Hernández de Elche.

Por ello, las nuevas intervenciones conductuales, basadas en la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés), se sitúan como una alternativa para mejorar los resultados. "La ACT reconoce estas dos dificultades y propone estrategias basadas en la aceptación para hacer frente a las experiencias internas que aparecerán inevitablemente y que no podemos cambiar o eliminar", ha explicado el profesor Javier Manchón, del Departamento de Ciencias del Comportamiento y Salud de la UMH.

La toma de decisiones consciente, la defusión cognitiva (una técnica psicológica que busca ayudar a comprender la naturaleza de nuestros pensamientos) o vincular la pérdida de peso a los valores personales para fomentar la motivación son aspectos diferenciales de la ACT frente a intervenciones conductuales clásicas y que resultan relevantes para que la intervención sea más exitosa.

Las evidencias disponibles en la literatura científica indican que la ACT consigue generar pérdidas de peso ligeramente superiores a las intervenciones estándar, con cambios clínicos de un 12-14 por ciento en la pérdida de peso corporal después de un año. A largo plazo, los resultados preliminares muestran que la pérdida de peso se atenúa a un 4,7 por ciento, pero sigue siendo mayor que el alcanzado con las intervenciones estándar (próximo al 3,3%), y más pacientes mantienen una pérdida de peso del 5 por ciento.

PROGRAMA DE INTERVENCIÓN PSICOFAMILIAR

Otro de los ejes temáticos centrales de esta reunión gira alrededor de un programa de intervención psicofamiliar dirigido al sobrepeso y la obesidad infantil, que en su inicio (año 2014) partió del trabajo con Pediatría en Atención Primaria. Ahora se denomina Programa 'ENTREN-F', como metáfora de un 'viaje en tren' hacia la salud que incluye a toda la familia.

Según explica Marta Rojo, del grupo de Investigación ANOBAS de la Universidad Autónoma de Madrid, "se trata de generar un compromiso con la salud en el ámbito familiar dirigido a unas metas nutricionales y de actividad física, donde se evalúa de forma individualizada el papel de los factores psicológicos y familiares, con el fin de ayudar a regular a sus hijos. Incluye doce sesiones divididas en doce 'estaciones de tren', a través de múltiples dinámicas grupales". En este caso, se lleva a cabo una aproximación de entrevista motivacional, con contenidos cognitivo-conductuales y teniendo en cuenta una perspectiva de género.

LUCHANDO CONTRA LA ESTIGMATIZACIÓN

Otro de los pilares temáticos sobre los que se asienta el programa de esta Jornada es la estigmatización asociada a la obesidad, donde destaca la presentación de los resultados del estudio WB-Sad, que pone relieve como este es un problema que afecta a adolescentes de todos los tamaños corporales, "lo que destaca la importancia de implementar estrategias de prevención e intervención de manera generalizada", apunta la doctora Dimitra Anastasiadou, investigadora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB); sin embargo, añade, "queda clara la necesidad de prestar una atención particular a grupos vulnerables, como las niñas y los adolescentes con obesidad".

En el caso de las niñas, se recomienda implementar estrategias específicas que aborden la idealización de la delgadez y fortalezcan su capacidad de resistencia contra las presiones sociales relacionadas con la apariencia física. "Esto implica la promoción de una imagen corporal saludable y una autoestima positiva", subraya la experta de la UAB.