MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
El consumo moderado de cerveza, "alrededor de 10 gramos o una caña al día en mujeres y 20 gramos o dos cañas en hombres", tiene un efecto protector adicional frente a enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, según explicó hoy el médico del servicio de medicina interna del Hospital Clinic de Barcelona, el doctor Ramón Estruch, en referencia a diferentes estudio presentados dentro del III Simposio Internacional de la Cerveza.
No obstante, recordó que su consumo debe de incluirse siempre como un producto beneficioso más dentro de la dieta mediterránea, en parte "porque si se consume con alimentos el pico del alcohol es menos elevado y se reducen los efectos perjudiciales", y porque diversos estudios han demostrado el beneficio en su conjunto.
En cuanto a los beneficios en la prevención de enfermedades cardiovasculares, además de que existen varias investigaciones que demuestran que las bebidas fermentadas, como la cerveza y el vino, ricas en polifenoles, tienen un mayor efecto protector que otras bebidas pobres en este compuesto, el doctor Estruch presentó los resultados preliminares del estudio PREDIMED, donde se ha estudiado los posibles efectos del consumo moderado de cerveza en una población de 1.249 sujetos con alto riesgo vascular.
El estudio, que pretende demostrar que la dieta mediterránea previene las enfermedades cardiovasculares, tiene en cuenta diversos alimentos, entre ellos bebidas alcohólicas de baja graduación como el vino y la cerveza. Por tanto, "los beneficios que se puedan atribuir a la cerveza deberán de atribuirse también a los hábitos que son más sanos", advirtió el doctor Estruch.
CONSUMO MODERADO PARA LOS PROBLEMAS CARDIOVASCULARES
Entre las conclusiones iniciales se ha podido observar que el patrón de los consumidores moderados de cerveza es diferente al de otros consumidores, como los de los países anglosajones, ya que "comen más verdura, más legumbres, más pecado, la misma fruta, y un poco más de carne"; y, por otra parte, realizan más ejercicio físico, lo que muestra que "tienen un patrón de salud mejor". Así, "defendemos un patrón de dieta no tanto el consumo de la cerveza", explicó.
Estos resultados concuerdan con los datos dados dentro del simposio por el médico del departamento de Cardiología del Hospital Universitario de Ulm (Alemania), el doctor Armin Imhof, que señaló hoy que "el riesgo a sufrir un infarto puede ser entre un 40 y un 50 por ciento más bajo en aquellas personas que bebe alcohol de forma moderada que aquellas cuyo consumo es cero".
En este sentido, ante posibles polémicas, afirmó que "existe un notable consenso entre la comunidad científica mundial acerca de los efectos beneficiosos del consumo moderado de alcohol sobre la mortalidad global y la cardiovascular en particular", ya que está científicamente demostrado que bebidas como la cerveza, ricas en polifenoles, tiene efectos antiarterioscleróticos, antiinflamatorios y antitrombóticos.
LÚPULO DE CERVEZA CONTRA EL CÁNCER
En cuanto a los efectos preventivos en el cáncer, destacaron que recientes estudios han demostrado el potencial inhibidor de la síntesis de estrógenos de tres flavonoides presentes en el lúpulo sobre los microsomas con aromatasa y en las líneas celulares tumorales de placenta y mama. Así, se observa que su consumo moderado podría prevenir el cáncer de mama y de las células anfitrionas.
Al respecto, la presidenta de la Sociedad Italiana de Investigación del Cáncer (SIC), la doctora Adriana Albini, destacó el xanthohumol, uno de los compuestos, que está comprobado ejerce un papel antioxidante muy importante ya que posee un potencial efecto quimiopreventivo.
"Esta molécula, que es la más poderosa contra el cáncer y las células relacionadas con el cáncer, es similar al resveratrol de la uva y es similar a la que aparece en el té verde", advirtió. Además, recientemente se ha publicado un estudio sobre su acción transresistente contra la leucemia.
No obstante, aseguró que, "aunque para que la cerveza sea curativa habría que beber mucha cerveza, es aconsejable como medio preventivo una ingesta moderada de lúpulo de cerveza porque puede ayudar a prevenir la aparición de ciertos tipos de cáncer".
Asimismo, recordó que en este caso también sus beneficios se han establecido teniendo en cuenta su consumo como alimento de la dieta mediterránea. "Al final la dieta es lo que se come y se bebe y se ha demostrado que en Italia y España existe menos mortalidad por cáncer que en otros países de Europa del norte", añadió.
Al respecto, el jefe del servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico de Madrid, y presidente del Comité Científico organizador del encuentro celebrado hoy, el doctor Manuel Díaz Rubio, indicó que cada vez existen más evidencias científicas sobre los efectos beneficiosos del alcohol, así anunció que se están desarrollando diferentes estudios sobre sus efectos en enfermedades neurodegenerativas y osteoporosis.
"Se abre un camino muy importante para los investigadores en nutrición y tecnología de los alimentos para poder percibir bien cuales son estos elementos que están siendo positivos", añadió. Además, estos efectos beneficiosos, según explicó, se pueden extrapolar al consumo de cerveza sin alcohol.
Por otra parte, recordó que este encuentro, que patrocina el Ministerio de Sanidad y Consumo, pretende dejar patente las últimas investigaciones sobre el consumo de cerveza, y para ello cuenta con la intervención de especialista de medicina y nutrición de todo el mundo.