MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha propuesto que se modifique el sistema de fijación de precios de medicamentos sin patente y que la dispensación por principio activo se realice sin la limitación de que el farmacéutico ofrezca siempre el más barato.
Este estudio continúa la línea de trabajo de la CNMC iniciada en 2015 que aconsejaba eliminar restricciones a la apertura y la operación de las farmacias y permitir la dispensación de medicamentos sin receta en otros establecimientos, así como su venta 'on line'.
En este nuevo trabajo, realizado gracias a entrevistas con administraciones públicas, operadores, asociaciones o colegios farmacéuticos, la CNMC insta a mejorar el procedimiento de fijación de precios de medicamentos innovadores (con patente) financiados por el Sistema Nacional de Salud (SNS).
El director de Promoción de la Competencia, Joaquín López Vallés, ha lamentado en rueda de prensa que "hay poca atención a la evaluación económica de los medicamentos, al análisis coste-beneficio, al valor que aportan y al coste que tienen para el SNS".
"Son cuestiones necesarias, sin menoscabo de las cuestiones sanitarias, para saber si el dinero que estamos destinando verdaderamente está siendo eficiente", ha apuntado el experto de la CNMC.
En concreto, piden reforzar los Informes de Posicionamiento Terapéutico (IPTS) de medicamentos como documento de referencia para la toma de decisiones sobre financiación y precio, desarrollando la metodología de evaluación económica de los medicamentos.
Asimismo, también reclaman utilizar las nuevas tecnologías y el 'Big Data' para "generar datos clínicos-efectividad- y económicos de los medicamentos a lo largo del tiempo", utilizando esta información en la decisión de financiación (o desfinanciación) y ajuste de precios y tratamientos con patente.
"Actualmente no se realiza un seguimiento clínico en tiempo real precios y útil de los medicamentos, con datos anonimizados, para saber cuál es la efectividad y valor terapéutico de cada medicamento. Durante los diez años de patente debe haber un análisis continuo", ha argumentado López Vallés.
En cuanto a los fármacos sin patente, la CNMC reclama fomentar el uso de medicamentos genéricos y biosimilares. "Los niveles de competencia en estos fármacos son insuficientes. No se fomenta suficientemente su uso. Cuando los pacientes llevan siendo tratados durante mucho tiempo con una determinada marca comercial, son muy reticentes a cambiar, sobre todo en el caso de crónicos. Es necesario que haya información suficiente cuando hay una alternativa que tiene el mismo principio activo", ha esgrimido el experto.
Por ello, aconsejan la realización de campañas de información y educación sanitaria a prescriptores y consumidores sobre los medicamentos genéricos y biosimilares. De la misma forma, han solicitado a las autoridades sanitarias que revisen la evidencia sobre el intercambio de medicamentos biológicos por biosimilares para, si es adecuado, realizar un posicionamiento sobre la intercambiabilidad de estos medicamentos.
NUEVO SISTEMA DE FIJACIÓN PARA REBAJAR LOS PRECIOS
Por otra parte, uno de los puntos más importantes del informe de la CNMC consiste en cambiar el Sistema de Precios de Referencia (SPR), que establece los precios de los medicamentos sin patente. Según López Vallés, si se cambia a su modelo propuesto, España "podría ambicionar rebajas de hasta el doble en el precio de medicamentos de lo que ahora se está consiguiendo".
Así, ha puesto el ejemplo de otros países europeos que cuentan con un modelo más similar al que defiende la CNMC, como Dinamarca, Suecia o Países Bajos, donde los precios están un 48, 46 y 37 por ciento por debajo de la media de la Unión Europea (UE), respectivamente. España, sin embargo, está un 20 por ciento por encima, de acuerdo con los datos aportados por López Vallés.
La CNMC apuesta por definir los precios "de la forma más amplia posible para promover la competencia", es decir, por indicación, si es clínicamente adecuado, y no únicamente por principio activo (o asociación farmacológica) y vía de administración.
Además, en el caso de la prescripción por principio activo, abogan por eliminar la obligatoriedad de dispensación por parte del farmacéutico del medicamento con el precio más bajo, tal y como sucede hasta ahora en España.
Para la CNMC, esta regulación, aunque sobre el papel parece que ayuda a mantener los precios más bajos, desincentiva la competencia entre los laboratorios y, por tanto, los precios se mantienen más estables, sin grandes bajadas.
"En España, una vez que se pierde la patente, se establece un precio máximo y tienden a quedarse ahí y no moverse. En otros países se producen muchas más rebajas. Aquí los laboratorios evitan entrar en 'guerra de precios' y reducir los precios de los medicamentos, ya que las cuotas de mercado son similares y lo que han perdido son sus márgenes de venta", ha detallado el responsable de la CNMC.
Para clarificar aún más la situación, ha puesto un ejemplo concreto: "Si un laboratorio baja sus precios va a provocar una reacción en cadena de sus competidores. Ahora mismo, si hay un medicamento un céntimo más barato solo puede venderse ese. Si soy un competidor no me arriesgo de quedarme fuera de ninguna manera. Como todos los laboratorios lo saben, ninguno tiene incentivos para bajar ese céntimo. No quieren entrar en una 'guerra de precios'".
Como soluciones, aconsejan determinar un precio de reembolso máximo de los fármaco sin patente, "permitiendo que los laboratorios fijen el precio de venta de manera más flexible". Y también reemplazar el modelo de obligatoriedad de dispensar el fármaco más barato por una dispensación en la que compitan los medicamentos originales (de marca) y genéricos, fomentando la capacidad de elección del paciente.
SISTEMA DE RETORNO: 800 MILLONES DE AHORRO A LA SANIDAD PÚBLICA
Sobre la distribución mayorista y minorista de medicamentos, la CNMC pide mejorar la retribución, ya que creen que el actual sistema "no es adecuado": "Reciben un margen (porcentaje) sobre el precio del medicamento (salvo para medicamentos de elevado coste)".
Por ello, proponen un sistema de retribución que no esté asociado al precio, sino al servicio prestado, es decir, al servicio (seguridad, eficacia, rapidez, control de la medicación, o garantizar la distribución a zonas rurales y despobladas); especificidades logísticas (cajas, inyectables, frágiles, conservación en frío, etc.); y servicios en farmacias que contribuyan a la salud de la población.
Pero la novedad más importante en este punto es adoptar en la sanidad española un sistema de retorno o 'clawback', al igual que países como Reino Unido, en el que parte de los descuentos ofrecidos a los distribuidores y las farmacias se transfieran al Sistema Nacional de Salud.
"Proponemos permitir que parte de los ahorros que reciben las oficinas de farmacia o los distribuidores los compartan con el SNS. En la actualidad, las grandes farmacias reciben un pequeño descuento por la compra, por ejemplo, de grandes volúmenes de fármacos. La farmacia, realmente, recibe dos márgenes, el regulado y además el descuento por pronto pago o volumen de medicamentos comprados. Estos descuentos se los apropia la farmacia o el consumidor mayorista", ha indicado López Vallés.
En Reino Unido, Alemania, Suecia, Dinamarca o Países Bajos, sin embargo, existe un sistema de retorno que consiste en que "un porcentaje de ese descuento se traslade a los pacientes por la vía de menores márgenes retributivos". "El SNS se ahorraría unos 800 millones de euros al año, según cálculos del Ministerio", ha concluido.