MADRID, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Memoria socioeconómica y laboral del Consejo Económico y Social (CES) ha puesto de manifiesto que, según los datos del Ministerio de Sanidad, el pasado año se produjo una evolución positiva del gasto medio sanitario por habitante, con un aumento de un 1,82 por ciento de media en España, hasta llegar a los 1.232 euros, si bien este gasto está por debajo de la media de la Unión Europa.
De hecho, según los datos de Eurostat, el gasto público en España implicó en 2014 una proporción equivalente al 6,1 por ciento, lo que la sitúa por debajo de la media de la Unión Europea. Asimismo, observando los datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, esta partida experimentó en 2013 un descenso del 3,8 por ciento con respecto a 2012.
Uno de los factores que más han contribuido a la reducción del gasto sanitario, tal y como se constata en el informe, ha sido la implantación de las diversas medidas de eficiencia en el gasto farmacéutico, que, no obstante, volvió a incrementarse en 2015, según como ha quedado reflejado en el 1,82 por ciento de aumento del gasto medio por habitante.
Del mismo modo, si se toma la información relativa a los presupuestos para la atención sanitaria pública que ofrece el Ministerio de Sanidad, se observa una evolución positiva del importe medio por habitante, que en 2015 se sitúa en esos 1.232 euros, un 1,82 por ciento más que en 2014 y con una previsión de incremento de 3,85 por ciento para 2016.
Este aumento marcaría una "ruptura" con el periodo de descenso que se registró en los años precedentes, que con mayor o menor intensidad supusieron una reducción de los recursos destinados a la protección de la salud en todas las comunidades autónomas. Así, el País Vasco, Navarra y Asturias han sido las comunidades con presupuestos "más generosos", en tanto que Andalucía, Valencia y La Rioja presupuestaron cantidades inferiores a la media nacional.
"FUERTE DISPERSIÓN EN LOS PRESUPUESTOS SANITARIOS"
Por otra parte, los datos ponen de manifiesto la "fuerte dispersión" que existe en los presupuestos sanitarios regionales. Frente a los 1.584 euros que destinó el País Vasco por habitante el pasado año, Andalucía dedico 1.007 euros, un 50 por ciento menos. Por encima de los 1.232 euros de media se colocaron Asturias, Cantabria, Canarias, Castilla y León, Extremadura, País Vasco y Navarra. Por debajo, Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Valencia, Galicia, Madrid, Murcia y La Rioja.
"No existe una relación directa entre el gasto per cápita y la calidad del servicio prestado, pues factores como la edad media de la población (caso de Asturias) o la dispersión de los habitantes, con una menor densidad de población, aumentan el presupuesto medio por persona", ha detallado el organismo.
En relación al estado de salud, el CES ha informado de que la publicación de la 'Encuesta Europea de Salud de 2015' ha permitido actualizar la información sobre este "importante" elemento de la calidad de vida, sobre los hábitos de vida que la determinan e, incluso, sobre el acceso a los servicios de asistencia sanitaria, constatándose la existencia de desigualdades en función de la categoría sociológica clase social.
En términos generales y a pesar de la buena valoración subjetiva del estado de salud, seis de cada diez ciudadanos reconocen padecer algún problema crónico de salud y esa proporción aumenta con la edad. "Pero la salud es muy dependiente del estatus socioeconómico, por lo que existen diferencias de no poca importancia entre las personas que viven en hogares sustentados por trabajadores más cualificados y las que viven en otros con menor cualificación", ha enfatizado.
De la misma manera, la "inaccesibilidad" a algunos servicios de atención sanitaria, como es la bucodental, es "muy diferente" en los distintos estratos sociales por ser ofrecida básicamente por el circuito privado, de forma que en los hogares con sustentadores más cualificados la falta de asistencia por motivos económicos apenas alcanza el 4 por 100, mientras que en los menos cualificados supera el 25 por 100.
Finalmente, el trabajo ha mostrado que en 2015 las listas de espera para recibir atención quirúrgica, volvieron a "sufrir un incremento", tanto en el número de pacientes afectados como en el tiempo medio de espera, siendo uno de los retos a los que se enfrenta el nivel de atención especializada del Sistema Nacional de Salud (SNS).