El Consejo General de Enfermería reivindica el papel de sus profesionales en el cuidado de los pacientes de Parkinson

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MADRID 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Consejo General de Enfermería (CGE) ha reivindicado el papel de sus profesionales en el cuidado de los pacientes de Parkinson, una enfermedad que afecta a unas 160.000 personas en España y que requiere de un enfoque multidisciplinar, en el que la enfermera se posiciona en el centro para acompañar y mejorar la vivencia.

"Las enfermeras ocupamos un lugar central en el cuidado de las personas, y en el caso de enfermedades como el Parkinson, que requieren una atención prácticamente personalizada, nos posicionamos como pilar esencial para hacer el proceso lo más fácil posible para los afectados", ha explicado el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.

Con motivo del Día Mundial del Parkinson, que se conmemora este viernes, Pérez ha abogado por "cambiar la mentalidad" e impulsar la labor de cuidado y acompañamiento que ejercen las enfermeras, que va "más allá del papel esencial" del médico y puede marcar la diferencia.

En este sentido, la enfermera experta en trastornos del movimiento Tamara Jiménez ha enfatizado la importancia del tratamiento no farmacológico en estos pacientes, pues ayuda a mejorar síntomas como la disfagia, el estreñimiento o los bloqueos de la marcha. "Somos un pilar muy fundamental a nivel apoyo psicológico y en especial en los pacientes más avanzados", ha precisado.

IMPACTO PSICOLÓGICO

Asimismo, la experta ha comentado que en los primeros estadios de la enfermedad no hay tanta repercusión a nivel físico, sino que el impacto es más a nivel psicológico. "A medida que avanza la enfermedad es muy importante el apoyo enfermero en ese seguimiento tanto para mejorar los síntomas motores como los no motores que van a desarrollar este tipo de pacientes", ha asegurado.

Sobre el impacto psicológico de la enfermedad, la experta ha apuntado que este no afecta solo a los pacientes, sino también a sus cuidadores. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran el estrés, la ansiedad, los trastornos del control de impulsos e incluso alucinaciones. Por ello, ha recomendado fomentar la socialización, practicar técnicas de relajación que reduzcan la ansiedad, y mantener una buena higiene del sueño.

Con todo ello, Jiménez ha finalizado destacando la importancia del trabajo multidisciplinar para que el paciente cuente con una valoración conjunta por parte de todos los profesionales.