MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo análisis contradice el pensamiento popular sobre las creencias en las teorías de la conspiración, sugiriendo que tales creencias pueden no haber aumentado realmente con el tiempo, según publican sus autores en la revista de acceso abierto 'PLOS ONE'.
Creer en una teoría de la conspiración implica sostener la opinión de que un pequeño grupo de personas se ha coordinado de forma encubierta para causar un determinado evento o circunstancia, a pesar de la falta de pruebas adecuadas.
En los últimos años, la percepción de que la creencia en las teorías de la conspiración ha aumentado se ha extendido entre el público en general, así como entre los académicos, los periodistas y los responsables políticos, y muchos culpan a las redes sociales. Sin embargo, pocos estudios han examinado si tales percepciones son realmente ciertas.
Para ayudar a aclarar si las creencias en las teorías de la conspiración están aumentando, Joseph Uscinski, de la Universidad de Miami (Estados Unidos), y sus colegas realizaron cuatro análisis de encuestas diferentes.
En el primero, investigaron si las creencias en determinadas teorías conspirativas --incluidas las teorías relacionadas con el COVID-19 y el asesinato de Kennedy-- han aumentado entre los estadounidenses. El segundo análisis evaluó las creencias en teorías conspirativas, como la idea de que el calentamiento global provocado por el hombre es un engaño, en seis países europeos.
El tercer análisis abordó las creencias de los estadounidenses sobre qué grupos específicos están conspirando, y el cuarto midió las líneas generales de pensamiento en Estados Unidos vinculadas a la creencia en las teorías de la conspiración.
En los cuatro análisis, los investigadores no encontraron pruebas estadísticamente significativas de que las creencias en teorías conspirativas hayan aumentado con el tiempo. Un mayor número de creencias en teorías específicas disminuyeron que aumentaron con el tiempo, y de las que aumentaron, ninguna tenía que ver con la pandemia COVID-19 ni con QAnon.
Los investigadores hacen hincapié en la importancia de ser precavidos a la hora de hacer inferencias basadas en sus hallazgos y señalan que se necesitarán investigaciones adicionales para confirmar los hallazgos y para comprender mejor las creencias en las teorías de la conspiración, como sus fundamentos psicológicos y la forma en que se promueven.
No obstante, estos resultados sugieren que las creencias en las teorías de la conspiración existen en ciertos niveles de base que pueden ser preocupantes, y tal vez estos niveles sólo se están haciendo más evidentes para el público.
El doctor Adam Enders añade que, "a pesar de las afirmaciones populares de que Estados Unidos se está deslizando por la madriguera de las teorías conspirativas hacia un estado de posverdad, no encontramos que el conspiracionismo haya aumentado con el tiempo".
"Examinamos las creencias en docenas de teorías conspirativas específicas, las percepciones de quién es probable que esté involucrado en las teorías conspirativas y la predisposición general a interpretar los acontecimientos y las circunstancias como producto de las teorías conspirativas; en ningún caso observamos un aumento medio de las creencias conspirativas", asegura.
El doctor Joseph Uscinski señala que "algunas teorías conspirativas ganan en popularidad, pero muchas no. En un momento dado, tal vez debido a las circunstancias políticas, algunas teorías de la conspiración serán más atractivas, pero al mismo tiempo, muchas otras retrocederán en la historia", concluye.