MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las células inmunes sufren cambios "espontáneos" en una base diaria que podrían conducir al cáncer si no fuera por la diligente vigilancia de nuestro sistema inmunológico, tal y como han descubierto científicos del 'Walter and Eliza Hall Institute', en Parkville, Australia. El equipo encontró que el sistema inmunológico elimina las células inmunes B potencialmente cancerosas en sus primeras etapas, antes de que desarrollaran linfomas de células B, conocidos como linfomas no Hodgkin, un hallazgo que publica este domingo 'Nature Medicine'.
Esto representa una vigilancia inmunológica para lo que los investigadores del instituto llaman la "sorprendente rareza" de los linfomas de células B en la población, teniendo en cuenta la frecuencia con la que ocurren estos cambios espontáneos. El descubrimiento podría conducir al desarrollo de una prueba de alerta temprana que identifica a los pacientes con alto riesgo de desarrollar linfomas de células B, permitiendo un tratamiento proactivo para prevenir el crecimiento de tumores.
El doctor Axel Kallies, el profesor asociado David Tarlinton, el doctor Stephen Nutt y sus colegas hicieron el descubrimiento mientras investigaban el desarrollo de linfomas de células B. Kallies explica que el descubrimiento proporciona una respuesta a por qué se producen los linfomas de células B en la población con menos frecuencia de lo esperado.
"Todos y cada uno de nosotros tenemos mutaciones espontáneas en las células B del sistema inmune que se producen como consecuencia de su función normal --señala Kallies--. Entonces, es una paradoja que el linfoma de células B no sea más común en la población".
"Nuestro hallazgo de que la vigilancia inmunológica por células T permite la detección temprana y la eliminación de estas células cancerosas y precancerosas proporciona una respuesta a este enigma y demuestra que la vigilancia inmune es esencial para prevenir el desarrollo de este cáncer de la sangre", argumenta este experto.
El linfoma de células B es el cáncer de la sangre más común en Australia, con aproximadamente 2.800 personas diagnosticadas cada año, además de que los pacientes con un sistema inmunológico debilitado corren un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
El equipo de investigación hizo el descubrimiento mientras investigaban cómo las células B cambian cuando el linfoma se desarrolla. "Como parte de la investigación, discapacitamos a las células T para suprimir el sistema inmunológico y, para nuestra sorpresa, encontramos que el linfoma se desarrolló en cuestión de semanas, en lo que ordinariamente llevaría años", destaca Kallies.
"Parece que nuestro sistema inmunológico está mejor equipado de lo que imaginamos para identificar y eliminar las células B cancerosas, un proceso que impulsan las células T inmunes en nuestro cuerpo", celebra este investigador. A ello, el profesor asociado Tarlinton añadió que la investigación podría permitir a los científicos identificar las células precancerosas en las etapas iniciales de su desarrollo, lo que permite una intervención temprana para los pacientes en riesgo de desarrollar el linfoma de células B.
"En la mayoría de pacientes, la primera señal de que algo anda mal es encontrar un tumor establecido, que en muchos casos es difícil de tratar", recalca Tarlinton. "Ahora que sabemos que el linfoma de células B se suprime por el sistema inmunológico, podríamos utilizar esta información para desarrollar una prueba de diagnóstico que identifique a las personas en las primeras etapas de esta enfermedad, antes de que los tumores se desarrollen y progresen a cáncer", adelanta este experto.