MADRID 10 May. (EUROPA PRESS) -
La depresión o la ansiedad están ligadas al insomnio en un 70 por ciento de los casos, según han señalado los expertos de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), que establecen el porcentaje de población con problemas para dormir entre un 6 por ciento y un 8 por ciento.
No obstante, este dato se obtiene si se siguen los criterios diagnósticos, "en los que se incluye la presencia de síntomas durante el día como fatiga o irritabilidad". Por el contrario, si se obvian, la estimación es que hasta un 25 por ciento de los españoles padece insomnio.
Los expertos se han pronunciado así durante el VI Congreso Nacional de la Asociación Española de Psiquiatría Privada. Allí, la psiquiatra del Hospital Universitario Son Espases de Palma de Mallorca, Francesca Cañellas Dols, ha informado de que el grupo de población en el que la incidencia de insomnio es mayor es en el de las mujeres y, especialmente, en las de edad avanzada.
No obstante, ha apostillado, si bien el sueño se deteriora con la edad, en el sentido de que se fragmenta y se hace más ligero, y la edad es un factor de riesgo para presentar insomnio, éste no es un trastorno que aparezca por el hecho de ser mayor, sino que "normalmente" es secundario a otra enfermedad, sobre todo a la depresión, o a la polimedicación por otras patologías.
"El mejor tratamiento en el primero de los casos es tratar la causa o trastorno que provoca el insomnio. En el caso de insomnios primarios, lo primero es enseñar a los pacientes a adoptar una serie de hábitos que ayudarán a combatir el problema como, por ejemplo, llevar unos horarios de sueño regulares, no intentar dormir durante el día, no tomar estimulantes, realizar ejercicio físico de forma regular y nunca justo antes de acostarse, realizar algún ejercicio de relajación por la noche, no ingerir bebidas alcohólicas, sobre todo por la noche, y no ver la televisión en la cama antes de dormir", ha aconsejado.
De hecho, el manejo del insomnio como un síndrome por sí mismo y no como un síntoma está provocando que la Psiquiatría preste especial atención a su tratamiento, dirigido a mejorar la calidad de vida de los pacientes y a evitar que se agraven otras enfermedades mentales presentes.