MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
La familia del sacerdote Miguel Pajares, que ha sido repatriado a España tras enfermar de ébola en Liberia, se encuentra pendiente de su estado tras su ingreso en el Hospital Carlos III de Madrid. Los familiares están a la espera de recibir información, ya que las autoridades españolas aún no se han puesto en contacto con ellos y la única información recibida hasta el momento ha sido a través del la Orden San Juan de Dios a la que pertenecen tanto Pajares como la hermana Juliana Bonoha Bohe, que ha sido también repatriada e ingresada en el hospital madrileño aunque no se ha confirmado su contagio por el virus.
"La única información que hemos recibido hasta el momento ha sido a través de la orden y, cuando estaban en el hospital de Monrovia, a través de email por los hermanos que se encuentran allí", ha explicado en declaraciones a Europa Pres, Begoña Martín, prima de Miguel Pajares.
La familiar del religioso ha expresado su satisfacción por la repatriación del sacerdote aunque ha declinado por el momento acudir al centro hospitalario para intentar visitarle debido a los estrictos protocolos de seguridad que se han puesto en marcha. "No es el momento de acudir allí, sabemos que está siendo atendido correctamente y eso es lo que él necesita", ha indicado Martín.
Ha lamentado, no obstante, que no se haya trasladado también a España a las dos hermanas Chantal Pascaline y Paciencia Melgar,
guineana y congoleña respectivamente, que permanecían aisladas debido a la enfermedad en el Hospital de Monrovia junto al padre Miguel Pajares. "No les llevaron (el personal español desplazado a Monrovia) ni medicación ni un simple mono, el aislamiento allí consiste en estar encerrados en una habitación y la situación es gravísima", ha explicado Begoña Martín tras hablar por email con las hermanas que continúan en el hospital.
Según la familiar del sacerdote español, las hermanas que permanecen en Monrovia le transmitieron esta mañana el malestar de Miguel Pajares en el momento en que tuvo que abandonar el hospital de San José dejando allí a las hermanas Chantal y Paciencia.