MADRID 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), ha actualizado el modelo para determinar el riesgo ante la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FCHF), una enfermedad viral transmitida por garrapatas de la que se han notificado casos esporádicos o brotes de la enfermedad en varias regiones de Asia y África, y de Europa, concretamente en Balcanes, España, Rusia y Turquía.
Los mapas actualizados y mejorados presentados en el informe podrían servir como punto de partida para una discusión más amplia sobre la probabilidad potencial de aparición de FHCC en Europa. "Aumentar la conciencia de los expertos en salud pública y la profesión médica en áreas geográficas que recientemente hemos demostrado que tienen una alta probabilidad de enfermedad puede llevar a que se considere su diagnóstico diferencial de personas con síntomas compatibles", advierten.
De este modo afirman que los estudios serológicos futuros centrados en áreas identificadas como de alto riesgo en este informe también podrían conducir a investigaciones adicionales y registros de ocurrencia que a su vez mejorarían los modelos que incorporan datos serológicos.
Desde el ECDC afirman que es importante que el mapeo de áreas de alta idoneidad se actualice periódicamente, teniendo en cuenta los avances en la comprensión de la distribución de la enfermedad, así como nuevas fuentes de datos de covariables.
Actualmente, no existe ningún medicamento antiviral específico para el tratamiento de la CCHF ni ninguna vacuna aprobada disponible. Por lo tanto, la prevención, el diagnóstico precoz y la enfermería de barrera de los pacientes son los únicos medios para evitar la propagación viral. El trabajo con partículas infecciosas de CCHFV requiere un laboratorio de máxima biocontención.
El período de incubación del CCHF es de tres a siete días; generalmente es más corto después de una picadura de garrapata o un pinchazo con una aguja que después del contacto con sangre infectada. Los estudios de seroprevalencia muestran que la mayoría de los casos de CCHF (>80%) son asintomáticos o leves. Los niños suelen presentar una forma más leve de la enfermedad. En casos graves, las principales características fisiopatológicas son el aumento de la permeabilidad vascular y la tormenta de citoquinas.
La enfermedad se caracteriza por la aparición repentina de síntomas gripales (fiebre, dolor de cabeza, mialgia y malestar general), fotofobia, dolor abdominal, diarrea y vómitos. En casos graves pueden presentarse manifestaciones hemorrágicas, que van desde petequias, epistaxis y equimosis en los lugares de venopunción y inyección hasta hemorragias graves de diversos sistemas. Son pocos los pacientes que pueden presentar cambios de humor, confusión y agresividad.