MADRID 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El uso de programas de ejercicio para mayores en los que se utiliza la música de piano podría mejorar su forma de caminar, equilibrio y reducir sus caídas, según un estudio estudio de los Hospitales Universitarios y la Facultad de Medicina de Ginebra en Suiza que se publica en la revista 'Archives of Internal Medicine'.
En la investigación participaron 134 mayores de 65 años y con un mayor riesgo de caídas, un 96 por ciento mayores. Durante el estudio estas personas fueron asignadas de forma aleatoria a un grupo con programas de ejercicios en los que se utilizaba la música o a un grupo al que se retrasaba este tratamiento. Durante los primeros seis meses los mayores del grupo de tratamiento participaban en una hora de ejercicio semanal programada y dirigida por un instructor.
En la clase se realizaban ejercicios que incluían una variedad de movimientos que desafiaban el sistema de control del equilibrio y que se iban volviendo más complejos con el tiempo. Estos ejercicios incluían caminar adaptándose a una música de piano y responder a los cambios en el ritmo de la música. Durante los siguientes seis meses del estudio, el grupo de control retrasado participó en los mismos ejercicios y el grupo anterior volvió a actividades normales de ejercicio.
Las pruebas de equilibrio y funcionalidad mejoraron en el grupo de intervención cuando se lo comparó con un grupo control. Se dieron menos caídas en el grupo de intervención inicial así como una menor tasa de caídas. Entre el grupo de intervención inicial se dieron 24 caídas mientras que en el siguiente grupo se dieron 54. Los adultos del grupo de intervención retrasado experimentaron cambios similares durante el segundo periodo de seis meses en el que participaron en los ejercicios con la música de piano.
Los autores descubrieron que cuando los participantes realizaban una única tarea, y no múltiples tareas a la vez, mejoraba su velocidad al caminar y aumentaba la longitud de zancada, en comparación con el grupo control. Además, los beneficios de la intervención sobre la variabilidad en la forma de caminar seguían siendo evidentes seis meses después.
Los investigadores sugieren que este programa de ejercicios y música podría ser útil para prevenir las caídas y la rehabilitación en instalaciones como los centros de mayores.