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Actualizado: viernes, 9 agosto 2024 16:46

Sanidad recuerda que no todas las garrapatas están infectadas: "No podemos creer que cualquier picadura de garrapata es un alto riesgo porque no lo es"

MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

España ha confirmado 15 casos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo desde 2013, dos de los cuales se han notificado este año y han tenido un desenlace fatal, según han informado fuentes de Sanidad a Europa Press. Desde que se registró el primer caso hasta ahora, se han contabilizado un total de seis muertes.

Además, actualmente, en Sevilla se está investigando un posible nuevo caso de la enfermedad. En cuanto a los dos casos de 2024, ya notificados al Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), el primero se confirmó el 27 de abril. Se trataba de un hombre de edad avanzada que practicaba senderismo en el Parque Natural de Arribes del Duero, en la frontera con Portugal, y que, al ser examinado, se le encontró adherida una garrapata de tipo 'Hyalomma', que es la que transmite esta patología.

El paciente fue hospitalizado y se adoptaron las medidas adecuadas de prevención y control de la infección para evitar la transmisión de persona a persona. Finalmente, falleció el 1 de mayo. Se trata del quinto caso de fiebre hemorrágica Crimea-Congo con probable exposición a garrapatas en la provincia de Salamanca. Los casos anteriores se produjeron allí en 2018, 2020 y 2021, según el ECDC.

Por otro lado, el 21 de julio de 2024 se notificó el segundo caso de 2024 en España. El paciente, un hombre de 75 años, presentaba síntomas desde el 18 de julio de 2024 y tenía antecedentes de picadura de garrapata en los días anteriores. El lugar probable de infección fue una zona rural Toledo próxima a Extremadura. El caso estuvo ingresado en una Unidad de Aislamiento de Alto Nivel, falleciendo por empeoramiento clínico el pasado 27 de julio. Con esta defunción, se cuentan seis muertes por la enfermedad en España desde 2013.

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una enfermedad transmitida por garrapatas extendida a nivel mundial, excepto en América y Oceanía. España es el único país de Europa occidental en el que se han detectado casos humanos aunque también se ha encontrado el virus en garrapatas en Francia.

La garrapata del género 'Hyalomma' son muy abundantes en el centro y suroeste peninsular, siendo dos las especies principales 'H. marginatum y H. lusitanicum', según se informa en la tercera parte del Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de las Enfermedades Transmitidas por Vectores, al que ha tenido acceso Europa Press.

La enfermedad se caracteriza por la aparición repentina de síntomas gripales como fiebre, dolor de cabeza, mialgia y malestar general, así como fotofobia, dolor abdominal, diarrea y vómitos. En los casos más graves, pueden aparecer síntomas hemorrágicos como hematomas, hemorragias nasales y hemorragias incontroladas en los puntos de inyección. En los pacientes hospitalizados, la enfermedad puede ser mortal en un 30 por ciento de los casos.

MENOS COMÚN QUE LA ENFERMEDAD DE LYME

Fuentes del Ministerio de Sanidad advirtieron, en un encuentro con medios en el mes de junio, de que la letalidad de la enfermedad es alta (20-40%). "La probabilidad de que haya un caso es mucho menor que en el caso de las enfermedades transmitidas por otro tipo de garrapatas, como es el caso de la enfermedad de Lyme, porque las garrapatas de Lyme están en zonas más accesibles al ser humano. Sin embargo, si hay un caso de Crimea-Congo, la probabilidad de que sea grave es más alta", destacaron estas mismas fuentes.

Por tanto, es una enfermedad a la que se expone menos gente. Las personas de riesgo son aquellas que realizan actividades al aire libre, sobre todo en zonas agrestes (agricultores, agentes forestales, excursionistas, soldados) o en contacto con animales (ganaderos, cardadores de lana, trabajadores de mataderos, cazadores, veterinarios) y en general personas que trabajan en estrecho contacto con la naturaleza en áreas endémicas.

CIRCULACIÓN EN ESPAÑA DESDE 2010

La fiebre de Crimea-Congo es una enfermedad emergente en España. Hay evidencia de circulación del virus desde 2010, año en que se detectó en garrapatas 'H. lusitanicum' en la provincia de Cáceres. En 2016 se diagnosticaron los primeros casos humanos, aunque posteriormente se detectó otro caso de forma retrospectiva ocurrido en 2013. Sanidad espera que los casos vayan a más en un futuro.

El periodo de incubación es de 1 a 12 días. La infección en humanos puede ser asintomática hasta en un 90 por ciento, y en muchos de los sintomáticos ocurre un cuadro febril leve inespecífico.

El cuadro clínico característico presenta diferentes periodos: pre-hemorrágico (días 1-5), hemorrágico (días 6-9) y convalecencia (días 10-20). En los casos con mala evolución, la muerte sobreviene generalmente durante la segunda semana de enfermedad a consecuencia de las hemorragias, fallo multiorgánico y shock.

Con todo, desde Sanidad advierten de que "no todas las garrapatas están infectadas". "No podemos creer que cualquier picadura de garrapata es un alto riesgo porque no lo es", dijeron desde Sanidad en el encuentro con medios que tuvo lugar en junio. También recordaron que la patología grave es más frecuente en personas mayores y que, en caso de retirarse la garrapata en poco tiempo, la probabilidad de contraer la enfermedad es baja.

Entre personas, puede contagiarse por fluidos, aunque desde el Ministerio se insiste en que la enfermedad se manifiesta con cuadros leves muchas veces. En otras ocasiones, pueden ser "cuadros más graves, pero no tanto como para generar riesgo alrededor". Así, hay un número reducido de cuadros hemorrágicos y, por tanto, de contagio a través de secreciones, sobre todo de sangre. El único caso secundario ocurrió en 2016, cuando una enfermera tuvo que frenar la hemorragia de un paciente sin la protección individual adecuada.

Salamanca es la zona de mayor distribución de la garrapata 'Hyalomma', y también es la zona donde se introdujo el virus por primera vez en el año 2010. Aunque la distribución se está extendiendo, hasta ahora la mayor densidad está en la mitad Oeste de la Península.

La prevención de la enfermedad se basa en medidas de protección personal frente a las picaduras, la extracción precoz y adecuada de garrapata en caso de sufrir picadura y la identificación precoz y manejo de los casos para establecer las medidas de aislamiento y protección individual para evitar contagios de persona a persona.