MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), los niños parecen estar generalmente menos afectados por la COVID-19 que los adultos. Pero un nuevo estudio del Hospital Infantil de Los Ángeles muestra que la pandemia podría estar afectando a la salud de los niños de forma inesperada. La investigación, publicada en la revista 'Diabetes Care', revela un aumento de pacientes que presentan cetoacidosis diabética, una complicación grave de la diabetes de tipo 2.
La cetoacidosis diabética (CAD) pone en peligro la vida. "Se produce cuando los niveles de insulina en la sangre descienden demasiado durante mucho tiempo. La insulina ayuda al cuerpo a utilizar la glucosa. Así que cuando no hay suficiente insulina, el cuerpo comienza a descomponer la grasa como fuente de energía", explica la doctora Lily Chao, directora médica interina de diabetes en el Hospital Infantil de Los Ángeles.
Este proceso provoca niveles peligrosamente altos de ácidos en la sangre. Si no se trata, puede provocar un edema cerebral, un coma o incluso la muerte. "Los niños vienen con deshidratación y CAD. Pero la CAD es prevenible y reversible si se trata a tiempo y de forma adecuada", afirma la doctora Chao, autora principal del artículo.
Estos investigadores se dieron cuenta en marzo de 2020 de que cada vez más pacientes llegaban con CAD y diabetes tipo 2. "Solíamos ver unos pocos casos de CAD en la diabetes tipo 2 al año y de repente estábamos viendo un pico, así que empezamos a llevar un registro. Ahora tenemos las cifras que confirman que hay más niños con diabetes tipo 2 que presentan esta complicación tan grave de la CAD", apunta
Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿Cuál es la causa del aumento de la incidencia de la diabetes de tipo 2 con CAD? Un año después de la pandemia de COVID-19, muchos niños están acostumbrados a llevar mascarillas y a asistir a clases 'on line'. Pero también les han afectado otros cambios. Es posible que haya menos niños que acudan a la consulta del médico para sus exámenes rutinarios, posiblemente debido al miedo que pueden sentir las familias a la exposición al SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19. Esto puede ser una de las razones del cambio que ella y sus colegas han visto.
Además de la falta de visitas al médico, pueden intervenir otros factores, como una menor actividad física durante el confinamiento o un menor acceso a alimentos frescos y saludables. Pero también puede haber una relación biológica entre la exposición al virus y la diabetes.
"Definitivamente hay una relación entre la COVID-19 y la diabetes. No sabemos si el SARS-CoV-2 infecta las células secretoras de insulina del páncreas. Hay algunos informes sobre la relación entre la COVID-19 y la diabetes en adultos, pero hasta la fecha no se ha publicado ningún estudio pediátrico", detalla la doctora Senta Georgia, investigadora del Instituto de Investigación Saban del Hospital Infantil de Los Ángeles y autora principal del trabajo.
Futuros estudios traslacionales y clínicos podrán determinar si el aumento de la CAD en los pacientes podría estar causado por la infección por el SARS-CoV-2. El equipo espera que estos hallazgos aumenten la vigilancia. "Es fundamental que los pediatras reconozcan que cuando un niño presenta síntomas de diabetes, debe ser evaluado de inmediato. Cuanto antes veamos a estos niños, más posibilidades tendremos de prevenir la CAD", remacha Chao.