MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
Expertos reunidos en la sexta edición de la Jornada de Adicciones Comportamentales y Patología Dual, organizada por la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), la Fundación de Patología Dual y el World Association of Dual Disorders (WADD) han destacado la importancia de que el médico o el psicólogo que atiende a una adicción comportamental por primera vez investigue qué trastorno mental subyace.
En este sentido, el jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, Francisco Ferre, ha señalado que depresión, ansiedad, dependencia del alcohol, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) son los trastornos mentales más asociados a las adicciones comportamentales.
Asimismo, el especialista ha destacado que una adicción con sustancia y una adicción comportamental siguen los mismos mecanismos cerebrales y conductuales en cuanto al abuso, la tolerancia, la dependencia y la abstinencia, y que en ambos casos el consumo se vuelve patológico cuando hay consecuencias negativas a nivel social, económico, familiar, legal y físico.
Por su parte, el presidente de la Fundación Patología Dual, Néstor Szerman, ha hecho hincapié en que las adicciones comportamentales son un trastorno mental y no un vicio o una mala conducta, por lo que el abordaje preventivo y asistencial debe partir de esta premisa básica que sustenta el concepto de patología dual.
"El componente neurobiológico de las adicciones comportamentales es compartido con otros trastornos mentales, sean trastornos categóricos (como la depresión o el TDAH, por ejemplo), o rasgos patológicos de personalidad con emocionalidad negativa o impulsividad. Estos trastornos comparten bases genéticas, circuitos y sistemas cerebrales comunes, como se pone de manifiesto en la evidencia científica", ha dicho en una jornada que cuenta con el apoyo de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y la Secretaría General de Estado del Ministerio de Sanidad.
Al mismo tiempo, el catedrático de Psiquiatría y director del IPSMarañón, Celso Arango, ha explicado que las nuevas tecnologías no siempre causan problemas con su uso, sino que, bien al contrario, gracias a ellas, la medicina en general y la psiquiatría en concreto pueden beneficiarse de dichos avances tecnológicos como bien muestra la digitalización de la especialidad con el uso de aplicaciones móviles, videojuegos terapéuticos y la aplicación de la inteligencia artificial.
Del mismo modo, Arango ha recalcado que para sufrir una adicción hace falta tener una vulnerabilidad previa, por lo que la mayor oferta de ocio, las nuevas tecnologías y los juegos de la sociedad actual facilita que más personas vulnerables entren en contacto con ellas. "Es probable, como ya está pasando, que la incidencia de las adicciones comportamentales aumente con el paso de los años", ha añadido.
En esta línea, Szerman ha recordado que no se dispone aún de estudios epidemiológicos que recojan el número de pacientes con patología dual asociada a una adicción comportamental, porque no se solían tener en cuenta. "Fue en 2013 cuando el trastorno por juego se consideró por primera vez, en el DSM-5, una conducta adictiva, pero se estima que, al igual que en las adicciones a sustancias, sólo un 10 por ciento de las personas expuestas desarrollarán el fenotipo más adictivo", ha comentado.
Desde hace varios años la SEPD y la Fundación de Patología Dual han sido conscientes de esta realidad clínica que, por distintas razones, ha permanecido casi huérfana desde el punto de vista asistencial, en el Sistema Nacional de Salud.
Una de las causas es la falta de profesionales expertos, lo que ha conducido a la SEPD a organizar actividades educativas como estas jornadas con el foco puesto en las adicciones sin sustancia, comportamentales, que han tenido una magnífica acogida por los que trabajan en el campo de la salud mental.