MADRID 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Más de un centenar de expertos internacionales han hecho una llamamiento a instituciones educativas, gobiernos y asociaciones profesionales para colaborar en la mejora de la salud centrada en las personas mediante la mejora de los programas de educación de las profesiones sanitarias, tanto en las universidades como en las actividades de educación continuada.
Así lo han destacado durante el cuarto Congreso Internacional de Medicina Centrada en la Persona organizado por el Colegio Internacional de Medicina Centrada en la Persona, ligado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Universidad Francisco de Vitoria, con la colaboración de la Fundación Lilly.
El objetivo es favorecer la integración de los servicios de salud y buscar un abordaje totalizador de la persona para hacer frente a los retos de eficiencia y sostenibilidad de los sistemas sanitarios actuales, marcados por las necesidades legítimas de los pacientes, los recursos disponibles y el constante desarrollo científico y técnico en las ciencias de la salud.
Además, en dicho encuentro se ha presentado la 'Declaración de Madrid sobre Educación Médica Centrada en la Persona' en la que se impulsa un re-pensamiento sobre los fines y medios de la educación actual en las ciencias de la salud y se exige la necesidad de encontrar respuestas efectivas.
El enfoque humanista que se pretende recuperar en la práctica médica se postula como uno de los elementos clave para controlar los resultados asistenciales negativos tanto para los pacientes como para los médicos y permitiría unos servicios sanitarios más racionales, económicos y eficientes.
Y la formación de los profesionales sanitarios representa la vía para reconducir esta situación, por lo que es preciso impulsar un re-pensamiento sobre los fines y medios de la educación actual en ciencias de la salud e implementar acciones a todos sus niveles, según los asistentes.
En ese sentido, el nuevo abordaje exige formar docentes capaces de aplicar nuevas técnicas educativas eficaces y motivadoras y en dotar a los centros educativos de infraestructuras y personal experto en entrenamiento en entornos simulados en los que, evitando el riesgo en pacientes reales, se identifiquen los errores.