MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Grupo de Interés del Parlamento Europeo sobre Obesidad y Resiliencia de los Sistemas de Salud (MEP Interest Group on Obesity and Health System Resilience) ha mantenido en la Fundación Jiménez Díaz-Quirónsalud una reunión de trabajo con expertos de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y de la European Association for the Study of Obesity (EASO, por sus siglas en inglés), que ha servido para establecer las bases para un próximo reconocimiento de la obesidad como enfermedad en el marco de la Unión Europea.
"A diferencia de lo que sucede, por ejemplo, con la diabetes, la obesidad sigue sin ser oficial y socialmente reconocida como una enfermedad crónica", ha recordado la presidenta de la SEEDO, María del Mar Malagón.
De hecho, un aspecto que se ha subrayado especialmente en este encuentro es que la obesidad no se trata solo de kilogramos, sino que se trata de un aumento de tejido adiposo que ha enfermado y que acabará siendo responsable de la disminución de calidad y de años de vida de las personas que viven con obesidad.
De ahí, como indica la máxima representante de SEEDO, "la importancia de trabajar para que el Parlamento Europeo y, por extensión, los responsables políticos de nuestro país reconozcan la obesidad como enfermedad, ya que esto también facilitará su abordaje en la sanidad pública".
Esta sesión de trabajo, donde también se ha contado con la presencia de representantes de asociaciones de pacientes, ha permitido poner en común y revisar las medidas existentes en la gestión de la obesidad, así como identificar nuevas soluciones sostenibles para abordar nuevas necesidades.
"Para reducir la prevalencia, apoyar a quienes viven con obesidad y contribuir a una economía más sostenible, es necesario identificar nuevas formas de gestionar la obesidad desde una perspectiva política, clínica y social", ha advertido la presidenta de SEEDO, quien ha trasladado este mensaje a políticos españoles que han acudido a este encuentro.
Según el vicepresidente de la SEEDO, Albert Lecube, "el contacto e intercambio de opiniones entre profesionales de la salud, personas que viven con la obesidad y representantes políticos nos ha permitido conseguir una perspectiva mucho más real del problema y de la forma de afrontarlo con mayor probabilidad de éxito".
HACIA UN PLAN NACIONAL Y EUROPEO
En concreto, en esta reunión se han evaluado los instrumentos políticos y las vías clínicas existentes en materia de obesidad, se han establecido encuentros con responsables políticos, y se ha discutido la eficacia del entorno político actual y las intervenciones en vigor en España para prevenir y gestionar la obesidad.
Además, se han podido identificar elementos clave que permitirán abordar la obesidad de forma sostenible a nivel nacional, transfronterizo y de la UE.
"El empuje que puede dar este grupo de trabajo del Parlamento Europeo será fundamental para presionar a los diferentes países europeos en la necesidad de destinar recursos para concienciar a la población, formar mejor a los profesionales de la salud, desarrollar nuevos modelos de prevención, diagnóstico y tratamiento de la obesidad, así como apoyar la investigación en esta enfemedad", ha asegurado el vicepresidente de la SEEDO.
Este encuentro internacional, que ha tenido a SEEDO como sociedad científica anfitriona, ha servido también para avanzar en el diseño de una propuesta de Plan Europeo para la Obesidad, que podría servir igualmente para asentar los pilares de un Plan Nacional.
"Este tipo de reuniones son totalmente necesarias si queremos conseguir que la obesidad sea reconocida como una enfermedad y se pongan en marcha los mecanismos necesarios para plantear la creación de un Plan Nacional frente a la Obesidad", ha indicado el doctor Lecube.
Las estadísticas más recientes muestran que el 59,3 por ciento de los adultos en Europa viven con pre-obesidad (sobrepeso) u obesidad, lo que cuesta un 7 por ciento del PIB cada año, según la OCDE.
En España, las cifras son también preocupantes: 44 y 31 por ciento de preobesidad (sobrepeso) en hombres y mujeres, respectivamente; la obesidad alcanza al 25 por ciento de hombres y al 23 por ciento de las mujeres. Todo ello supone en nuestro país un 9,7 por ciento del gasto total en salud.