Una rata de laboratorio - THE JACKSON LABORATORY - Archivo
MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado en ratas por investigadores de la Universidad de Colorado Boulder (Estados Unidos) ha sugerido que las exposiciones microbianas prenatales pueden influir en el desarrollo neurológico del bebé.
Publicado en la revista 'Brain, Behavior and Immunity', el trabajo es el último de una serie de estudios en animales y personas que sugiere que la exposición a ciertos microbios inmunomoduladores puede amortiguar la inflamación, impactando positivamente el cerebro y el sistema nervioso central.
De hecho, es uno de los primeros estudios que sugiere que tales exposiciones durante el embarazo influyen en el desarrollo neurológico del feto y, aunque los investigadores reconocen que se necesita mucha más investigación, podría abrir la puerta a nuevas intervenciones prenatales.
En personas, la investigación ha demostrado durante mucho tiempo que el estrés materno durante el embarazo provoca inflamación sistémica tanto en la madre como en el feto y es un factor de riesgo para el autismo. Además, en un estudio anterior, los expertos descubrieron descubrió que cuando las ratas estaban estresadas y se les daba un medicamento llamado terbutalina, que a menudo se administra a las mujeres para retrasar el parto prematuro, sus descendientes mostraron un síndrome similar al autismo, incluidas las dos características distintivas de los déficits sociales y el comportamiento repetitivo.
Además, los roedores también desarrollaron un trastorno convulsivo similar a la epilepsia. "Nuestra pregunta fundamental con este nuevo estudio fue si podríamos usar un microbio inmunorregulador para prevenir las consecuencias a largo plazo de los estresores ambientales durante el embarazo", han explicado los científicos.
Para ello, expusieron a las ratas a factores estresantes leves y les dieron terbutalina durante lo que sería el equivalente al tercer trimestre del embarazo en humanos. La mitad de ellas recibió también una serie de inyecciones de una preparación termorresistente de la bacteria 'Mycobacterium vaccae' ('M. vaccae'), la cual ya ha demostrado previos que tienen efectos antiinflamatorios duraderos en el cerebro. Un tercer grupo de control de ratas no recibió tratamiento.
A los dos y cuatro meses, los cachorros se sometieron una serie de pruebas para evaluar, entre otras cosas, su grado de interacción social y si exhibían comportamientos repetitivos. Como en el estudio anterior, aquellos cuyas madres habían sido estresadas y recibieron terbutalina mostraron comportamientos similares al autismo. No obstante, no lo padecían los que habían sido inmunizados con 'M. vaccae'.
"La inmunización con 'M. vaccae' parece proporcionar cierta protección contra los efectos negativos de los estresores ambientales durante el desarrollo, específicamente contra el comportamiento similar al trastorno del espectro autista (TEA)", han detallado los investigadores.