MADRID 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) ha tachado de "inadecuado" el proceso de repatriación de Miguel Pajares, el sacerdote español infectado por ébola, y de la hermana Juliana, que no está infectada pero que permanece ingresada en el Hospital Carlos III de Madrid como medida preventiva.
Además, ha avisado de que es "injusto y racional" que se vaya a pagar con fondos públicos este proceso, cuando "millones de españoles están sufriendo" por los recortes y copagos implantados por el departamento que dirige Ana Mato y, además, se ha excluido de la cobertura sanitaria a los ciudadanos que pasan más de 90 días en el extranjero.
"La congregación religiosa a la que pertenece el paciente ingresa millones de euros gracias a conciertos con las administraciones sanitarias españolas", ha recalcado la FADPS para comentar que, a su juicio, la repatriación se ha realizado atendiendo a "motivaciones políticas y no sanitarias".
DUDAS SOBRE LA ACTUACIÓN DE LA OMS
Dicho esto, ha lamentado que los organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) estén "influyendo" en la creación del "clima de preocupación social" y ha sugerido que pueden estar "interesados" en generalizar el uso de vacunas y medicamentos antivirales.
"Habría que recordar la actuación de la OMS frente a la gripe A que supuso la compra masiva de antivirales por las autoridades sanitarias, con enormes costes para los sistemas sanitarios y fabulosos beneficios a las multinacionales farmacéuticas, a pesar de que estos apenas se llegaron a utilizar, y que se luego se demostró que su utilidad era escasa", ha apostillado.
Por este motivo, la FADPS ha exigido al Ministerio de Sanidad una "explicación inmediata" de los motivos por los que la Agencia Española de Medicamentos ha autorizado la importación excepcional del medicamento utilizado en el Estados Unidos para tratar a dos pacientes infectados por el ébola y que, hasta ese momento, sólo había sido probado en simios.
Finalmente, la organización ha tachado de "chapucera" la actuación de la Comunidad de Madrid ante este caso y, especialmente, por haber habilitado de forma urgente una planta del Hospital Carlos III de Madrid para tratar a Pajares y a la hermana, pese a la "manifiesta carencia" de recursos básicos de este centro.
"Los recortes sanitarios y los cierres de centros públicos ponen en riesgo la salud de la población. La administración sanitaria de la CCAA de Madrid cerró el Hospital Carlos III único centro destinado a enfermedades infecciosas para transformarlo en centro de crónicos. Esta situación viene a recordar que las enfermedades epidémicas no solo no desaparecen sino que se universalizan como consecuencia de la globalización, por lo que suprimir estos recursos supone un riesgo para toda la población del Estado", ha zanjado.