MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Jiménez Díaz ha puesto en marcha, con motivo del Delirium Day, que se celebra este miércoles 15 de marzo, una campaña de acciones de sensibilización, concienciación e información para la prevención de esta patología.
El delirium es un cambio agudo de la función cerebral que se manifiesta en una alteración importante del nivel de conciencia, afecta principalmente a la atención y las capacidades mentales, se presenta de forma aguda y fluctuante a lo largo del día, habitualmente reversible y en corta duración, y suele acompañarse con alteraciones del ciclo de vigila-sueño, del comportamiento psicomotor y de las emociones.
Entre sus grupos de riesgo figuran los mayores de 65 años, los afectados por demencia, deterioro cognitivo, discapacidad sensorial y múltiples patologías médicas y los que han sufrido una fractura de cadera o inmovilismo reciente, siendo más frecuente en pacientes mayores hospitalizados.
La doctora Marta García Salmones del servicio de Geriatría y el Grupo de Fragilidad de la Fundación Jiménez Díaz, asegura que la prevalencia del delirium en el entorno hospitalario está "infradiagnosticada, pero puede llegar al 30 y el 50 por ciento en los servicios médicos y quirúrgicos, respectivamente, y hasta el 85 por ciento en las unidades de Cuidados Intensivos y Paliativos".
Estas cifras se traducen en un importante impacto en la calidad de vida de este grupo poblacional en aspectos como una mayor estancia hospitalaria, deterioro cognitivo y funcional, más riesgo de complicaciones durante el ingreso y un aumento de la mortalidad.
Las especialistas recuerdan la importancia de la prevención, detección y abordaje de esta patología conociendo sus manifestaciones clínicas. La Fundación Jiménez Díaz ha implementado estas medidas como parte de su 'Programa transversal de Fragilidad', "especialmente en los pacientes de más alto riesgo, como los mayores frágiles, intentando que sea el hospital el que se adapte a ellos", incide por su parte la doctora Ana Isabel Hormigo Sánchez, del servicio de Geriatría y el Grupo de Fragilidad de la Fundación Jiménez Díaz.
Por su parte, la doctora Myriam Rodríguez Couso, del servicio de Geriatría y el Grupo de Fragilidad de la Fundación Jiménez Díaz, asevera que "el delirium es prevenible en el 30-40 por ciento de los casos" aplicando estrategias como acompañar al afectado las primeras 48 horas, si es posible, también durante la noche.
Para ello es importante que el paciente descanse durante la noche y se mantenga activo durante el día promoviendo actividades como la lectura, la conversación y los juegos de mesa, así como estimular la movilización siempre que sea posible evitando la cama durante las horas diurnas, proporcionando las ayudas técnicas necesarias para el movimiento y favoreciendo la deambulación y ejercicio físico al menos tres veces al día.
La orientación también es clave, por ello "es recomendable explicar al paciente lo que ha pasado, dónde está, la fecha en la que se encuentra o si es de día o de noche", asegura la doctora Rodríguez, indicando que, en caso de tener que ingresarle, es útil traer objetos personales para conseguir un entorno más agradable y conocido, así como sus dispositivos habituales, y que es importante asegurar la ingesta de líquidos y comida indicada por los profesionales sanitarios.
LOS SÍNTOMAS MÁS COMUNES DEL DELIRIUM
En cuanto a los síntomas de delirium que ayudan a su diagnóstico, la doctora Ivana Zamarbide Capdepon, del Servicio de Neurología y miembro del Grupo de Fragilidad de la Fundación Jiménez Díaz, señala que, entre los síntomas más frecuentes están "los cambios de estado mental agudo y fluctuante, ver o sentir cosas no reales, decir cosas incoherentes, mayor irritabilidad y desconfianza, e inquietud o agitación por la noche, somnolencia excesiva y desorientación temporal y espacial sin reconocer a familiares".
Por último, ante la duda de qué hacer si ya se ha producido el delirium, las pautas a aplicar coinciden en gran parte con las recomendaciones para prevenirlo, pero la neuróloga añade que "es conveniente comunicar al personal sanitario cualquier cambio del estado mental o de comportamiento en el afectado, como desorientación, confusión, agitación o somnolencia excesiva".
También recomienda "mantener la calma" y "no llevar la contraria al paciente, explicar las cosas las veces que sea necesario, limitar el número de visitas hasta que remita el delirium y acompañar al paciente de noche si la presencia del allegado aporta tranquilidad".
Finalmente, de cara al personal sanitario, las especialistas coinciden en que lo más importante es la prevención con estrategias no farmacológicas, así como identificar y tratar las causas subyacentes, ya que "no hay fármacos aprobados para tratar el delirium". Dicho esto, el abordaje sintomático en los casos de agitación severa o distrés importante pasa por la prescripción de antipsicóticos a la dosis más baja posible y su revaloración diaria.
Para trasladar estos mensajes a pacientes, familiares y profesionales sanitarios, la Fundación Jiménez Díaz, a instancias de su grupo de Atención a la Fragilidad, se ha unido este año a la celebración del Delirium Day y a su lema, 'El delirium es cosa de todos', instalando un punto informativo en su hall principal y otro itinerante en las plantas de Hospitalización para personal asistencial, impartiendo formación específica al colectivo enfermero y distribuyendo y difundiendo material y contenidos divulgativos.